No sé dónde poner esto, así que lo meto aquí, y si tiene que moverse a otro lado que así sea.

Como novato total confieso que me estrené con una escort estando de rodríguez en verano. La idea era llegar a casa con total libertad para quitar todo posible rastro de perfume, con la tranquilidad de que mi cara no me delatara, de que nadie fuera testigo de la duchita al llegar, y sin posibilidad de resultar demasiado atento, con un regalito, unas flores o cualquiera de esas cosas que hacemos algunos hombres en un estúpido intento de lavar un poco la conciencia, y que lo único que hace es delatarnos. (Por otro lado, ya ves qué gran pecado, echar un kiki con una desconocida, subir la bragueta y a otra cosa mariposa...) Bueno, de momento no me han pillado, así que mientras dure.
Ahora, como si de un crimen perfecto se tratase, pierdo hermosos minutos pensando cuándo será la mejor hora para mi próxima cita, para llegar a casa con tiempo y privacidad suficiente para restablecer todo en mi y mis alrededores, hasta el más mínimo detalle y aquí no ha pasado nada. Tiene que ser perfecto. El día D. Lo intento preparar con tanto mimo que a las escorts les da tiempo a cambiar 3 veces de nombre antes no me he decidido!
''

Estoy seguro que más de un forero o forera tienen algo que enseñar o contar a este pobre infiel...
':wink:'