Caballeros, hace sólo unos días que descubrí la existencia de este foro, y lo único que puedo decir en su contra es ... EL CONCEPTO, señores, lo importante es EL CONCEPTO, como decía el personaje de aquella película del humor patrio.
Deberían ustedes plantearse, qué quiero, una escort o una puta????
Porque no es lo mismo y el precio es muyyyyyyyy distinto. Quizas en España esos conceptos andan un poco mezclados.
Si lo que se quiere es "meterla en caliente" supongo que la cosa oscila entre 30 y 300 y al menos en principio el precio estaría basado en la higiene de la chica y del entorno, la nacionalidad, el tamaño de su pecho y lo que se deja hacer o hace.
Lo que (al menos en Inglaterra y EEUU) se conoce como escort es una chica con la que vas a estar al menos un par de horas y a la que no estás pagando para "echar dos o tres" sino para pasar una velada agradable, con una persona que generalmente es universitaria, habla idiomas, te puede acompañar a cualquier sitio porque "sabe estar"...y si apetece acabar en la cama.(OJO, NO SIEMPRE CONTRATAN UNA ESCORT PARA SEXO!!!)
No se, es una mentalidad muy distinta, y por lo que he visto en esta página no hay muchas opiniones de escorts... debo decirles, señores (aunque sé que esto puede ofender a alguno, lo siento, no esmi intención) que el peor trato como escort lo he recibido por parte de los españoles. Evidentemente nunca se me ocurriría pedir una propina, ni siquiera pido el dinero del taxi, antes prefiero pagarlo de mi bolsillo que pedirlo. Pero en el extranjero HABITUALMENTE, que no siempre, suelen dar unas propinas muy generosas, además de DARTE LAS GRACIAS por los servicios prestados y llaman a la agencia, para comentar qué tal les fue. Incluso el tema regalos. Sobre todo perfumes. Me han llegado a regalar un rolex de oro como agradecimiento por ir 5 días a Nueva York. Y no le salió barata la broma precisamente al señor, lo aseguro.


En fin señores, lo siento mucho por esta "colleja redactada"pero creo que de vez en cuando viene bien conocer el otro punto de vista.
Y que quede claro que la que aquí escribe empezó cobrando 30 euros en una sauna de mala muerte... ¡la ignorancia sale cara! (bueno, en mi caso barata...)y me implicaba exactamente igual. Generalmente lo que influye no es el precio, es, sobre todo, el trato.
Besos