Esta es una experiencia basada en la realidad más cotidiana, aquello que a veces sucede cuando nos olvidamos de la tecnología (Internet) y volvemos a las páginas de contactos del periódico...

FECHA DE LA EXPERIENCIA: Finales febrero 2009
NOMBRE DE LA ESCORT: Sandra
NOMBRE DE LA AGENCIA/PISO/CLUB: Independiente
WEB: Después de estar con ella he visto por Loquo un anuncio con el siguiente texto => SUPENOVIDAD!!PISO NUENO,MASAJES CAMILLA.DESFRUTARAS A TOPE.REPITIRAS...973264610 (CAMPO DE FUTBOL DE LLEIDA) - Como el teléfono es el mismo que tenía en el periódico... "sospecho" que debe ser la misma
DIRECCIÓN: Como indica el anuncio, muy cerquita del campo de fútbol de la U.E.Lleida
TELÉFONO DE CONTACTO: 973.26.46.10
TARIFAS APLICADAS: 110 €/ 1 hora larga
DETALLES DE LA AGENCIA/PISO/CLUB: El piso es moderno, habitaciones y baño justitas de tamaño, pero todo bastante bien arreglado y limpio.
DETALLES DE LA ESCORT: Sandra es una brasileña madurita con todo lo que hay que tener, muy escrupulosa con la higiene previa, se preocupa de lavarte muy bien, te da el jabón líquido para las manos, un vasito de colutorio dental, en fin, que te deja en perfecto estado de policía
VALORACI0N DE LA ESCORT: Encantadora y experta brasileña, es la típica mujer en la que te puedes perder, abundantes carnes pero sin ser obesa en ningún momento, con la pile muy suave y un ligerísimo perfume.
¿REPETIRÍAS CON ELLA?: ¿Y porqué no? Aunque lo más probable es que cuando vuelva a pasar por Lleida ella habrá marchado a otros territorios…
DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA: Era un día donde el trabajo me dejaba un par de horas libres y resolví volver a la vieja tradición, comprar el periódico local (El Segre), mirar los anuncios de contactos y probar fortuna. ¿Quién dijo miedo?
Como es de rigor en estos casos no podía perder mucho tiempo en la elección, así que anoté tres números y empecé a llamar. La primera no lo coge, la segunda atiende muy mal la llamada y la tercera es Sandra, muy dulce y suave, acento brasileño muy marcado. Me da la dirección y en 10 minutos estoy llamando a la puerta. Al abrir la puerta me coge por la cintura y me pega un apretón de los buenos, pienso que he acertado.
Me pasa a la habitación y me dice que me presenta a otra chica, esta es más jovencita pero igual de voluptuosa que ella, decido que la madurez me conviene esta mañana y me propone un servicio de masaje en camilla seguido de sexo por el precio indicado. Me parece correcto, cambian billetes de mano y pasamos al baño. Como he indicado antes, es muy escrupulosa con la limpieza, lo que se agradece e incrementa la confianza.

Masaje con aceite sin perfume, buenas manos y completado con unos rodillos que vibran y completan el servicio. Pasa ella a lavarse las manos y reaparece con su tanga y sujetador rojos, no puedo más que pensar ¡que mujer, Darwin, esta te va a llevar al huerto! Besa con lengua, te repasa el cuerpo a lametones y hace un francés sin muy, pero que muy profundo. Después de un buen rato se tumba a mi lado y me deja que empiece con sus pechos, pezones deliciosos y cuello donde dejo caer mi boca. Bajo entre sus piernas y descubro unos labios mayores y menores bien preparados para la ocasión. ¡Que chupada de coño, solamente de recordarlo me pongo malo otra vez…! Cuando uno se pierde entre los muslos de una mujer como Sandra vuelve de alguna manera a nacer, sus apretones contra mi cabeza y cuello son muy fuertes, gime y salta, realmente me puedo creer que le ha gustado cuando me pide que espere un poco antes de penetrarla porque quiere recuperarse. Me ofrece su trasero imponente y no aguanto mucho, me había puesto caliente como un marrano con tanta chupada.

RESUMEN DE LA EXPERIENCIA: De aquellas que dejan huella, fuera tabúes sobre los kilos y las formas, de que manera tan sencilla he aprovechado el hueco que el trabajo me ha dejado y que bien empleados encuentro los 110 Euros invertidos en ella. Ha sido un febrero de buenos recuerdos... Para celebrar que hace exactamente 25 años de nada que tuve mi primera relación sexual previo abono de unas pesetillas de los primeros años 80. Y desde entonces sigo en el tema y con ganas de continuar