Saludos a todos: antes de empezar, y previendo posibles "esto no va aquí", permitidme que os diga que creo que sí, que este mensaje pertenece a esta carpeta, puesto que se nutre de mis experiencias, únicas y personales, en el área de Barcelona. Y, pese a su diferente enfoque, en los actuales foros OT tampoco hay espacio para esto. Así que, dicho lo dicho, voy allá.

Este es mi primer mensaje de experiencia; como digo, decepcionará a la mayoría. Será también el último: por supuesto que contestaré cualquier mensaje, pero creo que todo cuánto tengo que aportar lo haré ahora. Por poco o mucho que sea. Cuando llegué a este foro, hace algunos meses, lo hice con una idea muy clara en mente: conocer a la escort que más me volviera loco de Barcelona, la que más encajara con mis gustos estéticos y eróticos, para ponerme a prueba. Había conocido a una persona, a una persona muy especial. No os marearé con palabras: sabed sólo que únicamente dos mujeres me han hecho sentir tal mezcla de deseo y ternura, los temblores incontrolados de entre miedo y dominio, la furia y la atención indeleble. Va más allá del sexo, pero también es sexo. Y cariño, y ternura. Será amor. No lo sé, pero sé que ella simbolizan para mi la perfección de la mujer: la primera fue Sandra G. Una vez asistí a una actuación de Sandra G. y mi corazón dio un vuelco: era todo feminidad, pura mujer, arte que respira. Nunca he podido intercambiar ni una palabra con ella, pero sus actuaciones me siguen cortando la respiración de esa manera tan particular. La otra es Ella. ¡Ni de lejos es tan atractiva como Sandra! Y de la misma forma me hace temblar, dudar, quererle todo el bien del mundo, y ser parte de él. Hablar con ella es estar en el cielo. Tocarla es quedarse en él.

Pero me conozco: conozco la máxima del foro. "Putero una vez, putero siempre". Mis experiencias anteriores no habían sido para tirar cohetes (Pamela, una rubia pechugona de Diagonal, hace dos años... físicamente impactante, personalmente deplorable; la vez que me robaron un portatil en una casa Aribau arriba; la vez que huí por piernas ante el personal 30 años mayor que lo prometido en una casa de Sants; la madrileña que me confundía con otro y me llamaba para insultarme hasta que la convencí que se equivocaba de número... Positivamente destaco sólo las cariñosas chicas de Granollers, cerca de la estación, y el buen trato de Karen, una noche en Showgirls Aribau), y a pesar de eso seguía repitiendo de vez en cuando. ¿Sería capaz de fidelidad hacia esta persona tan especial? ¿Es esto que siento más poderoso que mi deseo por otras mujeres? Por eso me puse el reto de buscar a la escort que más me atrajera, la que tuviera al máximo las características físicas que me vuelven loco. La encontré hace unos días: Monique.

Y no he podido. Me he citado con ella, pero he tenido que cancelar la cita. Soy incapaz. Sé que seré incapaz mañana, pasado y el otro. He encontrado algo superior... y ese algo incluye paz y una intensidad de sensaciones única.

Buscad tanto como necesiteis. Tomaos el tiempo necesario: pero no dejéis de buscar a una persona especial. Una persona que os haga temblar de emoción. Una persona única. No abandonéis nunca la búsqueda. Tantas otras veces se han despedido chicas... hoy me despido yo.

Acuático, se disuelve.