Amanda… Qué placer y qué gusto poder disfrutar de estos manjares.

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1 09/2014
Manhattan
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por Manhattan
Barcelona

Apartamento por horas9
Duración60 minutos
Precio150
PechoNatural
FumadoraNo lo sé
BesosBesa con lengua
FrancésSin
GriegoNo lo sé

Valoración de la cara: Muy guapa. Rasgos típicamente caribeños con larga melena de cabello negro y ondulado. Ojos bonitos, algo exóticos, oscuros y centelleantes. Nariz achatada y boca con labios gruesos que invitan a besar tal y como lo hice a lo largo de la cita.

Valoración de cuerpo: Cuerpo de infarto!!! Pibón con 175 cm de mujer a los que hubo que sumar sus 10 centímetros de tacones lo que la hacía más alta que un servidor que mido 180. Pechos medianos, sobre una 90, y naturales, con pezones prominentes y apetecibles, cintura estrecha con vientre liso y sin un ápice de grasa. Caderas y culo para enmarcar y unas piernas largas y muy bien moldeadas que sustentan a este imponente monumento de piel bronceada y textura normal.

Valoración de carácter: Algo nerviosilla aunque muy atenta y simpática. Se ríe mucho y tiene ganas de agradar. Y a pesar de su inexperiencia, me dijo que era nueva en eso y que yo era su primer cliente, es muy implicada. He estado muy a gusto con ella.

Vestimenta: De calle, con blusa algo abierta y pantalones ajustados de color negro. Debajo conjunto de ropa interior de encaje en color negro y zapatos de tacón alto también negros.

Besos/morreos? Con lengua, muy sensuales. Me encantaron.
Francés/garganta profunda? Sí y sin. Muy juguetona en este menester y con miradas lascivas cuando estaba en ello. Muy sexy.
Cunnilingus? Sí y buenísimo. Lo tiene precioso (ojo cerrado).
Cowgirl? Sí. Muy buena amazona.
A4? Sí. Espectacular.
Misionero? Sí. Más rápido de lo que suelo…

Relato del encuentro:

Tarde de lluvia torrencial de ese martes 30 de septiembre, con agua para dar y vender. Teniendo en cuenta que no estoy lejos de los apartamentos, se me ocurrió bajar andando en pleno diluvio y el resultado fue que llegué, a pesar del paraguas, empapado como si mis piernas hubieran tenido que atravesar un río.

Poco importa eso cuando quien te espera es un pibón como el que a mí me esperaba y que cuando llegué me recibió con la mejor de las sonrisas haciéndome olvidar ipso facto lo empapado que venía.

Charlamos brevemente. Siempre hay un punto de inflexión cuando uno se encuentra por primera vez con alguien que vas a tener una relación tan íntima como la que se da en esos casos. Y a pesar de la experiencia uno no se acaba de acostumbrar a ello. Al menos eso me pasa a mí cuando no conozco a la chica.

Peor debía ser para Amanda que me confesó que yo era su primer cliente y no del día, sino, la primera vez que ofrecía sexo a cambio de money.

Obvio decir que su disimulado nerviosismo estaba más que justificado.

No obstante creo que hubo buen rollo y buen feeling y muy pronto fuimos acomodándonos a la situación. Alargué hablando todo lo que pude el inicio de la relación.

Pasé por la ducha, primero yo, y después con cierto decoro fue ella quien se desvistió para pasar a la ducha mostrando sus esculturales formas que casi me dejan sin respiración.

Me quedé sentado en el canto de la cama mientras a través de uno de los espejos de la habitación observaba cual voyeur al pibonazo que con la puerta del baño abierta me dejaba ver aquel cuerpo que muy pronto comenzaría a saborear.

Muy poco tardé en hacerlo, una vez ella desnuda y sobre la cama, empezamos. Se puso a mi lado y nos juntamos para cruzar los primeros morreos y que si el amigo estaba ya a punto, con ellos se puso a punto y medio.

Traje de saliva por todo su cuerpo con lamidas en pechos, pezones, barriga, ingles, piernas y entre sus largos muslos para comenzar mi trabajo lingual sobre su sexo que se me ofreció como pastelito que se da mientras se separa el envoltorio.

Disfruté con ello mientras la excitación iba in crescendo y más creció cuando de los suaves jadeos del principio pasamos a unos casi gritos de placer y risa final cuando el orgasmo hizo aparición para placer de ella y satisfacción mía por haberlo conseguido.

Se la veía muy feliz y risueña después de ello y entonces me dijo que era su turno.

Me puse cómodo y comenzó con un ritual de besos por todo mi cuerpo hasta llegar al amigo que ya no cabía de gozo ante la que se le venía encima (y nunca mejor dicho) porque después de un largo y excitante francés a pelo con GP’s hasta la campanilla me enfundó y se me puso encima en un memorable cowgirl moviéndose con gran destreza.

Quizás no tenga experiencia en intercambiar sexo por dinero, pero sexualmente hay que decir que seguro, tiene mucha experiencia. Qué bien lo hace todo y qué gusto de chica.

Pasamos al a4, ya que no quería perderme la visión de Amanda desde esa posición. Además ayudado por los espejos tanto frontales como laterales era un excitante espectáculo pornográfico presenciar tal escena (lástima del actor…) pero yo la miraba a ella. Miraba sus formas perfectas desde diferentes ángulos y era para correrse con solo mirarla.

Con tanta excitación ya no podía esperar más. Le pedí que se diera la vuelta y así en misionero llegué a mi final en una excitante corrida mientras disfrutaba del directo y a través de los espejos de la misma escena anterior, ahora en posición diferente. Qué gustazo y qué placer!!!

Acabamos tumbados en la cama para charlar durante el rato que aún restaba a la hora acordada y me pareció que la experiencia le gustó. Al menos así me lo dijo. Que se había sentido muy a gusto conmigo a lo que yo le dije que por mi parte también sentía lo mismo. Se lo dije a ella y lo digo ahora. Creo que con lo escrito ha quedado bastante claro, no?