Como echar unas (muchas) risas y no morir en el trance, con la actuación estelar de Ariadna Cid y Carol Diamante.

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Barcelona

Apartamento de la escort	9
Duración	60 minutos
Precio	500€
Pecho	Natural
Fumadora	Sí
Besos	Besa con lengua
Francés	Sin
Griego	No

 

Hace ya algunos días decidí probar algo muy fuera de lo común para mi. Un poco incitado por algunas lecturas del foro y por las buenas sensaciones que me transmitían las fotos de Carol (con Ariadna no necesito fotos, ya me la se muy bien :-D ) decidí organizarme una fiestecilla con estas dos deliciosas jovencitas.

 

Como las cosas están para pocas locuras, finalmente opté por un formato "sencillo" citándonos para una cita de una hora en el apartamento de Carol.

Le pedí a Ariadna encontrarnos en la calle, poco antes de subir a conocer a Carol, para que así hiciera las presentaciones oportunas (y para no liarme al subir, que yo ya se por qué lo digo…).

 

Ariadna vino puntual y tan guapa como siempre, subimos haciendo bromas para tranquilizarme. Al ver a Carol la impresión no pudo ser mejor, es una chavala guapa y delgada.

 

Tras las presentaciones y ponernos unos refrescos, un poquito de charla para conocernos todos un poco y ¡ale, a la ducha!

 

Con estas criaturas cada vez más ligeras de ropa y yo cada vez más "calentito", no pudo ser de otra manera que empezaran los escarceos allí mismo. Besos por aquí, roces por allá, ponme un poco de gel, ¿esta pierna de quien es? La ducha parecía una versión "para adultos" del camarote de los Marx.

 

Al poco ya no podía pensar en otra cosa y el paso al dormitorio se hizo imprescindible. Un poquito de secado mutuo para no "enfriarse" y ya en horizontal pasamos a mayores, besarme con Ariadna mientras Carol "besaba" a "mi amiga"... aquello empezó a ser un circuito de carreras donde unas veces estaban delante, otras detrás y las más ¡por todos lados

 

No recuerdo muy bien como, se que hubo de todo y todo muy bueno, al final acabé exhausto, jadeante, tendido en la cama boca arriba, abrazado a una morena y una rubia y con una sonrisa de alelamiento ¡que pa qué! (me lo he pasado "teta" recuerdo que pensaba).

 

Me hubiera quedado horas allí "abrazaditos los tres", pero al final hubo que despedirse. De una cosa estoy convencido, cuando me recupere, ¡repetiré!