Juliette y su tatuaje.

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Barcelona

Apartamento de la escort8
Duración60 minutos
Precio200
PechoTuneado
FumadoraNo lo sé
BesosBesa con lengua
FrancésSin hasta el final
Griego

Dentro de la ducha, el agua templada rebotaba con furia sobre mi cabeza. Durante unos segundos no consigo escuchar la canción que me acompaña en la ducha ya que se me han llenado los oídos de agua. Con un par de movimientos de cabeza, semejante a los que haría un perro pachón empapado, consigo que el "More than a feeling" de los Boston vuelva a abrirse camino hasta mis tímpanos. Miro hacia abajo y veo que "mi amiguito" está reclamando mi atención, dudo durante un instante si debo masturbarme o reservarme para Juliette, hago un rápido cálculo de tiempo (acicalarme+trayecto+aparcamiento+magreos varios+folleteo) y de mis fuerzas y decido untar a "mi amiguito" en gel de baño y empezar a bombear imaginandome mi cabeza entre los pechos de Juliette.

Ya en el coche recuerdo como fue mi llamada a Juliette. Su simpatía y franqueza al hablar siempre te dejan desarmado, y si a eso le sumamos que es una bomba sexual, la hacen casi perfecta. Acelero el coche mientras sonrío como un zorro que sabe que la puerta del gallinero está abierta y las gallinas dormidas. Al llegar al peaje temí por un instante que los del "no vull pagar" estuvieran organizando alguna de las suyas, pero extrañamente no era así. Todo tranquilo mientras pago el impuesto revolucionario del Estado.

La femenina voz de mi GPS me abre camino a través de las intrincadas calles de Barcelona, finalmente dice las palabras mágicas: "Ha llegado a su destino". Después de aparcar y de darme cuenta que he llegado muy pronto, decido hacer tiempo en algún bar. Entro en uno que parece el típico bareto de barra de mármol, tortilla de patatas con esteroides en lugar de levadura, abuelo acurrucado en una mesa leyendo el Mundo Deportivo, olor a lomo con queso en el ambiente y camareros, o aburridos o pendientes del whatsupp o arreglando el país o el Barça con otro cliente. Lo que hace especial a éste es que suena a todo trapo la BSO de la Historia Interminable (y no es broma).

Mientras recuerdo a Fuyu y Atreyu haciendo piruetas en el Reino de Fantasía, apuro mi bebida y voy a cambiar el agua al canario. Al salir del baño suenan los compases de la intro de la serie de dibujos de Willie Fogg, antes de salir corriendo para no volver, echo una mirada al abuelo con su Mundo Deportivo: parece que le interesa más Messi que un león con traje y sombrero de copa dé la vuelta al mundo en 80 días.

Después del "deja vu" ochentero me encuentro con Juliette, lo primero que suelta al verme es un "Vós sós demasiado guapo para andar por acá". Ante tal piropo, mi orgullo masculino se hincha y se transforma en un ligero rubor en las mejillas, la cosa pinta bien. Piso cómodo, limpio y decorado con mucho gusto, pero rápidamente dejo de fijarme en la decoración para fijarme en el par de razones que gasta Juliette, aprisionadas dentro de un ajustado vestido negro. Ducha en solitario mientras "mi amiguito" se despereza.

Estar en la cama con Juliette es como acostarse con una fantasía adolescente; lleva la voz cantante, te mira a los ojos, amaga los lametazos a tu polla, gime pero sin ser pesada ni escandalosa, te incita con la mirada, hace gestitos como girarse hacia ti y chuparse el dedito mientras la estás follando a 4 patas o el acariciarse las tetazas mientras le sacas lustre a sus piercings con la lengua, te agarra y te coloca en la postura idónea como si fueras un Madelman, mientras te está cabalgando se para, tensa el cuerpo, suelta un par de gemidos profundos mientras se le eriza la piel y te confiesa que acaba de correrse....Ojalá hubiera perdido la virginidad con ella. Increíble.

Después del primer round, Juliette se dedica a mostrarme sus tatuajes, hay alguno nuevo según dice. Mientras finjo interés y le doy carrete, espero que mi amiguito vuelva a desperazarse. Afortunadamente, ese día mi polla no está en huelga, ni indignada y está trabajadora y hago que Juliette cese su disertación haciendo que se baje al pilón y use su lengua para otros menesteres.

El segundo round me cuesta algo más por lo que decidimos lucirnos probando posturitas: ella de lado, yo de pie y ella a 4 en la cama mientras voy dandole, ella encima mío dandome la espalda (ese culazooooo, esa tarantúlaaaa y ese nuevo tatuajeee), ella en cuclillas mientras la visión de mi miembro entrando y saliendo me excita, etc.... decido eyacular sobre sus pechos despúes de una pedazo de cubana espectacular, mientras el corazón parece que se me va a salir por la boca y sudo lo que no está escrito. Ella será una fantasía adolescente, pero yo ya no soy un adolescente.

Ducha reparadora, recogida de bártulos y despedida. Juliette me abraza y me da un beso profundo antes de lanzarme de vuelta a la realidad. "Un placer conocerte" me dice con ese acento mientras cierra la puerta. "El placer ha sido mío" pienso mientras salgo a la calle y el aire recalentado amenaza con hacerme sudar de nuevo. En busca de mi coche, paso por delante del bar ochentero, no hay música caspa de dibujos animados, ni Parchís, ni Enrique y Ana, ni mierdas similares que nos destrozaron los tímpanos cuando éramos inocentes....

Salgo de Barcelona mientras el sol empieza a besar el horizonte, alguna luz primeriza empieza a hacerse notar en el horizonte y la noche le gana la partida al día. Dejo que los "The killers" me acompañen el resto del camino, mientras pienso en lo mal que siempre me cayó el moñas de Rigodón. Maldita ardilla....