Un trío con Katy

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Barcelona

Hotel
Duración	90 minutos
Precio	400€
Pecho	Natural
Fumadora	No
Besos	Besa con lengua
Francés	Sin hasta el final
Griego	Sí

 

Una amiga me regaló para mi cumpleaños una sesión de sexo a tres. Es decir, nosotros dos y otra mujer.  Hay que decir que esta amiga tiene un posicionamiento muy liberal respecto al sexo. Ambos queríamos tener una experiencia de sexo con otra mujer y hablando con Katy se prestó gustosa a participar en el juego.

La recogimos en mi coche y fuimos a un hotel donde habíamos reservado una habitación. Durante el trayecto estábamos todos un poco cohibidos. Bien, creo que sobre todo era yo el que estaba más cohibido. Era la primera vez que me iba a encamar con dos mujeres y, como todos los hombres saben, aunque no lo reconozcan, esa perspectiva provoca cierta inquietud.

Ciertamente, una vez en la habitación, esa inquietud se evaporó con rapidez. Antes de darme cuenta, mi amiga y Katy estaban besándose apasionadamente medio desnudas. Me di cuenta de que si no me apresuraba, me iba a perder la fiesta. Me desnudé y me acerqué a ellas. Me aceptaron de inmediato y empezamos con un beso a tres lenguas. Delicioso. A partir de ahí todo fue desarrollándose sin prisas y sin trabas. Tanto mi amiga como Katy tienen un cuerpo fantástico y una actitud muy franca hacia el goce sexual. Ambas me ofrecieron todo lo que una mujer puede ofrecer. Sin restricciones. A la vez y por separado. Todos disfrutamos de las lenguas de todos y en todas partes. Las follé a las dos por delante y por detrás. Es increíble dar por el culo a una mujer cuando le está comiendo el coño a otra. Las sensaciones se sucedieron sin parar. Si tengo que hacer caso a sus palabras, ambas se corrieron en algún momento, aunque no puedo decir ni cuándo ni cómo. La sesión acabó una hora y media más tarde cuando me corrí en la boca de ambas (los que no hayáis experimentado una felación a dos lenguas os lo recomiendo fervientemente).

Después acompañamos otra vez a Katy a su casa, esta vez todos completamente desinhibidos y charlando animadamente sobre la experiencia vivida. Katy nos despidió con un beso amenizado con su maravillosa lengua. Tanto a mi amiga como a mí nos ha quedado un recuerdo magnífico de esa experiencia que recomiendo sin ninguna duda.