Marta Soler… ayer estuve con ella y hoy… he repetido!!!

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Barcelona

Apartamento de la escort	9
Duración	65 minutos
Precio	300€
Pecho	Natural
Fumadora	No
Besos	Besa con lengua
Francés	Sin
Griego	No lo sé

Marta Soler… ayer estuve con ella y hoy… he repetido!!!

Es la primera vez que apenas transcurridas 24 horas de haber conocido a una señorita, vuelvo a requerir sus servicios para repetir cita. Pero eso ha sido así y por eso lo cuento…

Valoración de la cara: Guapisima! Con rasgos de gran personalidad. Larga melena algo ondulada de pelo castaño oscuro, sedoso, limpio y bien cuidado. Impresionantes y preciosos ojos oscuros de mirada dulce y sincera. Nariz perfecta y unos labios abundantes, sensuales y generosos que me han besado como nunca antes nadie había hecho.

Cuerpo: Impresionante figura cercana a los 170 cm de estructura al “dente” a la que no le falta de nada y que a través de sus fotos, auténticas y reales, nos muestra en todo su esplendor. Pechos generosos, 90-95, naturales y con pezones descarados que reaccionan a los estímulos bucales. Cintura estrechita y unas caderas de formas perfectas que se juntan con un culo generoso y respingón. Piernas largas y contorneadas con esbeltos muslos, acordes a la estructura de su cuerpo que la convierten en una preciosidad a punto de caramelo que parecería hecha por encargo y a mi medida.

Carácter: Su sensualidad, su feminidad, su tono de voz, la forma de hablar y su implicación están, bajo mi modesta opinión a tan altísimo nivel que se me hace difícil poder valorar sin que nadie se me enfade. Por esa razón diré que en conjunto… cara, cuerpo y carácter estoy ante una de las mujeres más bellas y que más me han impresionado a lo largo de mi relativa corta carrera por estas lides.

De ahí que con menos de 24 horas de nuestra primera cita haya vuelto con ella con más ganas que las que tuve 24 horas antes.

Hija de padre catalán y madre venezolana, nació en Barcelona, aunque muy pronto por motivos laborales de sus padres tuvo que marchar a Venezuela y durante su infancia y adolescencia allí creció y se desarrolló para volver a su lugar de nacimiento con algunos años más y con muchas ganas de adaptarse al lugar que la vio nacer.

Habla un catalán perfecto aunque normalmente prefiere el uso del castellano que en cualquier caso, en ambos idiomas, se le nota ese acento latino que personalmente a mí me pone y mucho.

Relato del encuentro:

La irrupción en los foros de esta belleza no pasó desapercibida para mí, y me faltó el transcurrir de un telediario para que le enviara un correo. Obtuve respuesta al día siguiente y rápidamente pasé al uso del móvil para tener mi primera charla con ella.

Y mi primera impresión fue que a través del teléfono su tono de voz iba calando muy hondo en mi interior. Su sensualidad a través de un medio tan material me supo a gloria celestial y a partir de ahí todo fue un cúmulo de sensaciones que acabaron con mi propuesta de vernos sin falta ese mismo lunes por la tarde. Pero ese día no sería posible y así lo pospusimos para el día siguiente, martes, 1 de diciembre.

Qué curiosa esa sensación de impaciencia que de repente te entra por conocer a alguien que simplemente has cruzado unas breves palabras, pero la conversación mantenida y su tono de voz me alteraron más de lo acostumbrado y la espera para el día siguiente se me hizo mas larga de lo habitual.

Pero el tiempo pasa y al fin llegó el momento esperado, y a las 19 h del martes llegué puntual a su apartamento ubicado en Diputació, esquina Girona.

Cuando la vi, vestida a petición mía con la misma lencería negra que muestra en sus fotos, además de esos zapatos de aguja preciosos, pude contemplar su preciosa cara y casi me caigo de espaldas por la belleza que la misma irradiaba.
 
Me soltó la mejor de sus sonrisas y dos besos muy cercanos a mis labios que me pusieron ya a un tono muy adecuado.

Me tomó de la mano como mamá que se lleva al niño al colegio y así tras ella recorrí un breve pasillo observando el movimiento de su perfecto trasero para pasar por un supuesto salón y desde allí a su habitación.

Tuve que sentarme en un silloncito para tomar un breve respiro y contemplar que aquello que tenía frente a mí, era efectivamente la misma chica que por foto ya me había cautivado, pero ahora era aún mejor.

Estaba allí, y en una sinuosa vuelta sobre si misma me mostró la belleza de su espléndido cuerpo con su precioso trasero y sus piernas ataviadas con esas medias sujetas con ligueros, lo que provocó que mis ojos casi salieran de sus órbitas y mi amigo apretara en mis pantalones al pensar que aquella preciosidad, durante la próxima hora, iba a ser mía, aunque fuera de manera fugaz y que iba a saborear todos esos atributos que llevarían a la locura a cualquier hombre.

Se sentó en el borde de la cama junto a mí que seguía aún sentado en el sillón y me dio la mano para que nos acariciáramos como si de un par de novios se tratara. Charlamos brevemente mientras esa voz que por teléfono ya casi me tumbó, ahora la percibía con más intensidad.

Acerqué mi boca a la suya para notar aquellos labios rojos y carnosos que esperaban ser besados por los míos y su respuesta no pudo ser más sensual y apasionada.

Nos besamos en una larga morreada entrelazando su lengua generosa con la mía y a partir de ahí… lo máximo, lo mejor, la lujuria…, de las veces que mejor me he sentido.

Su lencería de marca, y cara, (La perla) fue desalojando la belleza de su cuerpo y cuando ésta se quedó en su estado natural nos tumbamos sobre la cama, nos morreamos una y otra vez. Me hizo un francés natural con engullidas hasta la campanilla y de una sensualidad exquisita que me puso como un burro.

La tumbé para que se pusiera cómoda y la llené de besos por todo el cuerpo, desde su boca hasta los mismos dedos de los pies que engullí con pasión mientras unos suaves jadeos empezaban a sentirse por la habitación.

Subí desde sus pies por sus hermosas piernas pasando mi lengua entre sus sensuales muslos, y una vez llegué a mi destino, hice parada y fonda, y nunca mejor dicho porque allí me entretuve saboreando como un gourmet sus sabrosos efluvios y haciendo que esos suaves jadeos fueran subiendo de tono hasta alcanzar el final que todos perseguimos cuando estamos en estos menesteres.

Ella me lo agradeció con sinceros arrumacos pasando a continuación entre sonrisas y comentarios a un nuevo francés con el que a punto estuvo de echar por tierra media hora de lujuria.

No fue así porque aguanté lo que debía y una vez el amigo se enfundó con el látex empezamos con las deseadas intros.

Intros a tres bandas largas y sentidas, sin prisa pero sin pausa según venía. Pasamos por el cowgirl, gozando de sus excelentes cabalgadas y/o de mis embestidas desde abajo. Pasamos por un a4 espectacular con esa pose viendo su culo en inmejorable visión y finalmente en misionero, donde después de contemplar la belleza de su cara y de su cuerpo dispuesto, me llevó a mi éxtasis particular con una corrida de esas que marcan época, mientras pasionales morreadas acompañaron casi la totalidad de este último acto.

Sublime, celestial y de momento, insuperable… tanto que al día siguiente fui a por mi segunda corrida, como si de un segundo “tiro” se tratara, pero dejando un margen algo más largo del que en realidad necesitaría, y pagando obviamente por un nuevo servicio. Así que, con un poco de imaginación, 24 horas más tarde, fui a por mi segundo tiro.

En esta ocasión y también a petición mía me recibió con el vestido verde que muestra en sus fotos, y así tuve la segunda oportunidad de revivir con más pasión aún si cabe, tanto por mi parte como parece que por la de ella, las mismas sensaciones percibidas en la cita anterior e incluso aún mejores, saliendo de la misma más satisfecho y relajado que la primera y con la sensación de que el feeling y el buen rollo entre los dos era evidente.

Lo que significa, por supuesto, que habrán algunas o quizás muchas citas más.

Qué suerte la mía!!!