Nicol… una relación agridulce pero feliz de haberla vivido

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1 06/2014
Manhattan
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por Manhattan
Barcelona

Apartamento de la escort10
Duración60 minutos
Precio150
PechoNatural
FumadoraNo lo sé
BesosNo besa
FrancésSin hasta el final
GriegoNo

Antes de seguir quiero aclarar que Nicol comentóque estaría bien que no publicara la experiencia pues al parecer había tenido un mal rollo con alguien que lo hizo y no con el ánimo de informar y sí con el ánimo de hacer daño y por eso no le gustaba ni que que hablaran bien ni mal de ella.

Le dije que lo pensaría y en un principio pensé en no publicarla, pero creo que informar de mis sensaciones no está de más y teniendo en cuenta que siempre lo hago desde el respeto hacia la escort pienso que es mejor publicarla.

Una relación es cosa de dos y siempre hay que pensar que la otra parte puede no estar en consonancia con tus gustos y tus necesidades y no por eso voy a criticarlo. El hecho de pagar no te da privilegios extras a lo que la escort esté dispuesta a darte y también hay que pensar en sus sentimientos y en cómo nos presentamos ante ellas, arreglados, limpios, o lamentablemente, creo que no es mi caso, todo lo contrario.

Jamas de mis escritos saldrá una crítica despectiva hacia la escort, haya o no estado en buena sintonía conmigo.

Nombre “artístico”: Nicol
Nacionalidad: Polaca
Edad: 21
Fotos falsas o retocadas?: Reales

Valoración de cara: Decir guapísima es quedarse corto. Larga melena castaño oscuro de cabello para anuncio de champú, bien cuidado y sedoso. Ojos oscuros preciosos, alegres y picarescos. Nariz perfecta, boca con dentadura blanca reluciente y labios para besar y devorar pero que lamentablemente no los usa para ese menester.

Valoración de cuerpo: Algo más de los 165 cm. Piel finísima. Pechos tersos y levantados de tamaño perfecto, sobre una 90/95. Todo su cuerpo es de una perfección “indecente”… sobre todo para sus amigas. Seguro que provoca envidia porque tiene de todo y colocado en perfecta armonía. Piernas perfectas, cintura estrechita y culo para morir en él.

Valoración de carácter: Educada, amable y muy simpática pero quizás un tanto sobrada. Ella se sabe guapísima y no lo esconde. Y su manera de hablar y de decir las cosas sea quizás un poco “áspera” a pesar de que lo dice sonriendo y con ganas de agradar, pero su tono de voz es algo fuerte. Muy “rusa” aunque sea polaca. Por supuesto muy inteligente, con la cabeza bien amueblada y sabe el terreno que pisa. Me gustó y no me senti incómodo en ningún momento.

Vestimenta: Body negro de encaje con el que mostraba parte de ese culito tan bien proporcionado y marcaba su impresionante figura para el deleite de mis sentidos. Zapatos de tacón alto relucientes como toda ella. Un pibonazo
Servicios: Besos/morreos? No hay morreos ni tan siquiera piquitos. Solo algún beso por cuello y cuerpo, pero en la boca nada de nada. Una verdadera lástima. Está en su derecho y lo más normal es que al llamar yo lo hubiera preguntado. No lo hice y por tanto no le pude decir nada. Me dijo que el tema de los besos era tabú para ella pues tenía cierto reparo al contacto de la saliva por temas de higiene.
Francés? Sí. Lo hace sin, con mucha sensualidad y además llega hasta el final (es curioso que tenga reparos a la saliva y no al semen…)
Cunnilingus? Sí, pero sin resultado positivo
Cowgirl? Sí. Muy sensual.
A4? Sí. Espectacular.
Misionero? Sí. Muy excitante. Hacerlo mientras le miras su cara es punto y aparte!
Corrida en boca? Si
Sexo anal? No.

Relato del encuentro:
De haber sabido que no aceptaba besos con lengua seguro que no hubiera concretado esta cita pero una vez y sin vuelta atrás, he de decir que no puedo sentirme mal por esta expe ya que el privilegio de meterte en la cama con este monumento compensa sus no besos, aunque si los hubiera habido la expe sería de 15 sobre 10. Ahora se queda en un siete justito.

Quiero pensar, no obstante, que según el cliente, o por edad, o por “hermosura” del mismo pueda aceptarlos y está en su derecho. Lo que está claro que a mí no me los aceptó, y seguro que no fue ni por falta de higiene, ni por defecto bucal ni físico ni nada de eso.

Tenía a Nicol desde hacía ya mucho tiempo en el punto de mira y nunca encontré el momento de llamarla, hasta que este pasado lunes 16 de junio me decidí a hacerlo.

La llamé y me dió la dirección de su apartamento ubicado en una de las plantas de la llamada “colmena” del sexo de carrer Indíbil, 5 ya conocido por mí por alguna que otra cita en los mismos con otras escorts.

Cuando me abrió la puerta respiré hondo para no caer de espaldas ante la belleza que me acababa de invitar a entrar y que yo sabía a lo que iba. Qué emoción.

Me acompañó a la habitación, me abrió la puerta del baño, sacó la toalla y me preguntó sonriente por qué la miraba de aquella manera. Le dije que su cara me tenía fascinado y me dió las gracias por ello y cuando le dije que era guapísima me dijo muy simpática que ya lo sabía…

Nos quedamos un rato de pie frente al cuarto de baño hablando y tras ello empecé a desnudarme para asearme mientras de reojo seguía admirando el monumento que tenía cerca de mí.

Envuelto en la toalla, me acerqué a ella para tener ese primer contacto que tantas ganas tenía de que se produjera.

Nos abrazamos, le cogí con cariño su precioso culo mientras le besaba el cuello y ella hacía lo mismo en el mío.

Intenté besarla en los labios y éstos buscaron otra dirección con lo que ya temí lo peor y al preguntarle me lo confirmó. Que no aceptaba los morreos ni por supiuesto los besos con lengua. No obstante hubiera sido un error por mi parte dejar que aquello me incomodara, así que hice caso omiso y seguimos con la “fiesta”.

Se “bajó” de sus tacones y nos metimos en la cama. Le acaricié sus pechos con cariño y los lamí con devoción mientras mis manos recorrían su cuerpo ya casi desnudo con solo unas braguitas de encaje de color negro que la hacían aún más excitante.

No tardé mucho en pasar mi mano por su entrepierna y con cuidado le saqué esas braguitas con lo que ya no tardé mucho en meter mi boca entre sus piernas para empezar a saborear mi plato favorito. Le dije que se acomodara y una vez puesta y relajada empecé el mejor ritual que un servidor puede hacer.

Lamí y saboreé sus fluidos que empezaron a asomar al tiempo que mi lengua jugaba con su sexo de un lado para otro en una sinfonía de movimientos muy acompasados que a fuerza de años y experiencias he ido entrenando para proporcionar ese placer a quien los recibe.

Lamentablemente, Nicol no mostraba la más mínima señal de que mi “trabajo” fuera de su agrado. Solo al mirar de vez en cuando su cara veía satisfacción en su rostro pero en ningún momento pude adivinar si era de su total agrado, por lo que decidí poner punto y final y preguntarle. Me dijo que lo hacía muy bien y a mi pregunta de que por qué no emitía algún jadeo o un aunque fuera, algún leve suspiro que me guiara, me dijo que ella era así, y que el hecho de no dar ninguna señal no quería decir que no le gustara. Es más me dijo que estuvo a punto de llegar al orgasmo pero hubo algo que la distrajo y se le cortó. Pero que estuviera tranquilo que lo había hecho muy bien y que se notaba mi experiencia de hombre maduro.

Sus palabras me tranquilizaron pero en el fondo sentía esa pequeña decepción por no haber conseguido llevarla al orgasmo.

En cualquier caso tenía que dejar de pensar en ello y centrarme en lo que en realidad me había citado y que no era otra que poder "hacerlo" con semejante belleza. Aunque la falta de morreos y ahora su no orgasmo me habían dejado algo desanimado.

Por suerte Nicol es ante todo una mujer y su boca que no se cruzaba con la mía si se tragó con gran sensualidad al amigo que esta vez algo “pachucho” por lo sucedido empezó para sorpresa de ella a crecer y crecer y a ponerse cada vez más duro hasta que hizo que Nicol exclamara un grito de admiración “Pero eso qué es? cómo se ha puesto de grande?…”

Así, con el amigo en forma y presto a lo que viniera siguió con ese francés magistral con el que me hubiera ido y más al saber que mis efluvios se los acomodaría en su boca, pero aquel cuerpo tenía que ser penetrado por mi amigo y por eso le pedí que parara y me enfundara.

Primero en un cow muy sensual ya que ver a este monumento sobre ti colocada en cluquillas y moviéndose acompasadamente mientras notas como la estrechez de su vagina te envuelve es un placer maravilloso.

Luego en a4, otra pose para disfrutar de las bondades de la vida y del cuerpo de esa belleza y para acabar… en misionero.

Curiosamente aquí si que, aunque muy suavemente jadeaba al ritmo de las embestidas de mi amigo en su interior que al parecer le producían ese placer con el que no pudo evitar esos suspiros que tan en falta noté cuando le hice el cuni.

Que decir que mi corrida al ver y notar cómo estaba en el interior de esa belleza fue apoteósica y que sólo por eso ya merecía la pena la cita a pesar de sus no besos.