Ruby Dallas… bocata Jamón Guijuelo “Joselito Gran Reserva” pero con el pan sin tomate…

Total Fecha Media Usuario
1 07/2014
Manhattan
2.221 veces

escort-webmaster
19

Añade tu experiencia con Ruby Dallas

Ver comentarios del foro

por Manhattan
Barcelona

Apartamento de la escort8
Duración50 minutos
Precio150
PechoTuneado
FumadoraNo lo sé
BesosBesa
FrancésSin
GriegoNo lo sé

Ruby Dallas… bocata Jamón Guijuelo “Joselito Gran Reserva” pero con el pan sin tomate…

Los que somos de aquí ya sabemos lo que significa lo del pan sin tomate… que está bueno pero no tanto.

Una mujer a nivel físico de lo mejor que he conocido pero en el tema de implicación muy correcto pero… sin tomate. Lo cuento.

Valoración de cara y del cuerpo: Sobran comentarios si uno echa una mirada a sus fotos. Es guapísima y está como un turrón recién salido del horno. Parafraseando la entrada de este escrito diré que se trata de un Jamón Guijuelo “Joselito Gran Reserva”. Un pedazo de mujer, que he tenido el gran placer de gozar de su cuerpo.

Valoración de carácter: Aquí es donde le falta el tomate para que el bocata sea perfecto. Por supuesto que es educada, amable y simpática. Pero su comportamiento en toda la relación resulta algo mecánica y un poco aquello de “anem per feina…”.

Vestimenta: Mini falda roja y top rojo, el mismo conjunto que muestra en la foto adjunta. Zapatos de tacón alto y debajo braguitas negras. Pibonazo para tirar de espalda a cualquiera.

Besos/morreos? Morreos pero con la lengua escondida. Lo que supone una ligera decepción a pesar de que no tiene reparo en darlos, pero no se prodiga demasiado.
Francés? Sí. Lo hace sin, correcto sin más. Lo mejor es ver como ella te lo está haciendo. Qué belleza.
Cunnilingus? Sí, muy rico con buen sabor. No deja que le metas el dedo.
Beso negro? No lo sé. Ni tan siquiera lo intenté porque la vi muy escrupulosa en general.
Cowgirl? Sí. A4? Sí. Misionero? Sí. Lo mejor. Hacerlo mientras le miras su cara y su cuerpo es punto y aparte!

EXPERIENCIA
Relato del encuentro:

Pues con lo comentado al inicio de este relato creo que ya está todo dicho. Y eso es lo que hoy ha pasado, que la chica no ha sido un huracán que te come a besos, que te achucha, que te hace sentir que estás con una amante perfecta. Que esto sí pasa la mayoría de las veces con otras escorts, o por lo menos así lo he sentido en muchas otras ocasiones.

Ruby se ha dedicado a hacer lo que toca en esos casos. Tengo un cliente, en este caso educado, limpio y correcto y me porto bien con él sin más. Dejo que me bese por todo el cuerpo, dejo que me coma el conejito, le hago un francés a pelo y luego posturamos en cow, en a4 y acabamos en misionero. Punto.

Y eso es lo que hemos hecho. Yo, asearme, meterme en la cama después de abrazarme con ella pasando mis manos por esa mini cintura y sobar su cuerpo con especial énfasis en su alucinante culo, en sus perfectas tetas y después de comérmelas pasar a jugar entre sus piernas donde a pesar de su media implicación parece que algo bueno ha sentido pues me da la sensación de que llegó al orgasmo. No obstante, en este caso no pongo la mano al fuego.

Luego ha venido el comentado francés que lo hizo después de limpiarme cuidadosamente con una toallita (como he dicho, es muy meticulosa). Y después del enfundado del amigo hemos pasado a la intro.

Y aquí sí, aquí he dejado de pensar en si era más o menos implicada y me he limitado a observar al pedazo de pibón que tenía frente a mí sabiendo que, dicho vulgarmente, “me la iba a tirar” tal y como he hecho en las tres postura clásicas…

Y acabar como un rey entre medio de sus hermosas piernas abiertas para mí, con el amigo tieso y duro en su interior arremetiendo con fuerza mientras me corría de placer, no sin antes, ahora sí, cruzarnos unos suaves pero suficientes morreos donde nuestras lenguas se tocaron lo justo para añadir el pequeño plus a la excitación y conseguir así una más rápida corrida.

Así hemos terminado y tras una breve charla, bastante agradable por cierto, hemos ido levantando la sesión, yo vistiéndome y ella aún desnuda acompañándome hasta la puerta que después de un beso en los morritos nos hemos despedido.

La conclusión es que tenía ganas de estar con esta mujer que desde hacía tiempo llevaba siguiendo. Me apetecía meterme en la cama con ella y es al fin y al cabo lo que he hecho. Con lo que para nada debo sentirme decepcionado. Todo lo contrario. Satisfecho de saber que hoy me he “tirado” a ese pibonazo.