Sabrina Sexy - Sensualidad a flor de piel

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2 01/2013
Andros
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por Andros
Barcelona

Apartamento de la escort9
Duración70 minutos
Precio150
PechoTuneado
FumadoraNo lo sé
BesosBesa con lengua
FrancésSin hasta el final
GriegoNo

Sabrina es un pibonazo. Basta ver sus fotos en este foro o  aquí (Sabrina en girls) para darse cuenta. Uno se imagina un cuerpo de escándalo y se sorprende al ver una mujer guapa, guapa, con una sonrisa que te deja prendado.
Llego con un poco de retraso. Ella me hace inmediatamente sentir bien.
Me recibe con besos y abrazos y me invita a seguirla por la escalera, bastante pendiente, lo que me hace disfrutar por la plena visión de aquel trasero en movimiento que me precede. Uno duda si dar la manita (lo cual es complicado en la estrechez de la escalera), echar mano al trasero o simplemente babear. En cualquier caso, sigo embelesado sus movimientos.
Le digo, entre risas que soy tímido, mientras mis manos se me escapan, tomando vida propia.
Hablamos, nos besamos, nos acariciamos, jugamos un poquito y ¡hala, para la ducha! Bajo el agua seguimos con el juego de la señorita tímida y el señor vergonzoso, entre risas varias. 
Ya limpios y relucientes nos dedicamos a besarnos como si no hubiera mañana, a lo loco, con muchas ganas. Esos besos nos dan ganas de más y me lanzo a descubrir el sur, paseando por unas piernas de mármol, duras y firmes, que acaban en un trasero que casi me hace perder el norte. La suerte es que mi pocoyo hace las veces de brújula incorporada y me indica con alegría el camino.
Comienzo a degustar el sabor del mar, con Sabrina que se retuerce con alegría, al tiempo que me dice que soy muy, muy malo.
Casi sin darme cuenta me veo en medio de un tórrido 6-Andros-9. El número capicúa nos da muchas alegrías, parando en algún momento para concentrarse en las sensaciones, dando y recibiendo placer…
 Apa, cambiamos de suerte, me visto de blanco con un traje de lluvia entallado que realza la esbeltez sin par de mi silueta y recibo la visita de la amazona Sabrina, que sabe cabalgarme como aquellas pobladoras del río amplio que volvieron locos a los exploradores.
Siento que, con Sabrina , todo es sensual, verdadero, encendido por el deseo, lejos de cualquier pose. Percibo su respiración agitada que se mezcla a la mía y la cadencia que, poco a poco, se acelera para llevarnos al momento sin retorno de la explosión cósmica, con pirotecnias, traca y final de fiesta. ¡Marededeusenyor, qué polvazo! Me ha dejado trastornado.
Cuando vuelvo a posarme sobre la tierra, jugamos un rato, comemos, bebemos y, consciente de la exigüidad del tiempo, pregunto si debo ya marchar.
Sabrina no quiere, se abraza a mí, se vuelve a frotar contra mi cuerpo, pero debe reconocer que sí, que toca plegar velas.
Entre bromas, nos vamos otra vez a la ducha, donde se me vuelve a escapar la mano, pero es que Sabrina es demasiada tentación.
Salgo a la calle y voy flotando. No entiendo muy bien lo que pasa, porque tengo la impresión de que Sabrina se me ha infiltrado en la piel, que todavía noto su presencia, que todo mi cuerpo la recuerda.
 
 
Nota adicional: Me dejó con los pies vueltos en este primer encuentro. La he vuelto a ver una vez y otra y otra. No me la saco de la cabeza. ¿Será grave esto?