Barcelona
| Apartamento de la escort | 6 |
| Duración | 30 minutos |
| Precio | 120€ |
| Pecho | Natural |
| Fumadora | No lo sé |
| Besos | Besa |
| Francés | Sin |
| Griego | Sí |
No todas las experiencias son buenas. En ocasiones, somos nosotros quienes no congeniamos con las chicas. Y en ocasiones, son las chicas las que no congenian con nosotros. Puede ser tanto por diferencia de personalidad, por tener un mal día, etcétera, en cuyo caso no tiene importancia. También puede deberse a divismo por parte de uno de los dos. En esta ocasión, me he topado con una diva.
Deseaba realizar un polvete barato y no demasiado malo, así que tomé partido por revisar el catálogo de Chica Relax, la sección de ofertas de Girls BCN. Me hizo gracia una chica blanquita y jovencita, de grandes pechos penduleantes que se adivinan naturales: Soria. Ni corto ni perezoso, tomo el teléfono y la llamo. Primera sorpresa: me salta un buzón de voz que me da otro nombre. Creyendo que me he confundido, reviso el número. Es correcto. Vuelvo a llamar, el nombre es diferente… ¡en el buzón de voz da su nombre real! Dejo mensaje, y espero. Al rato, recibo una llamada perdida. Por la voz, es una chica jovencita con algo de acento y con gran seguridad. Me da una dirección en la zona de Avda. Gaudí y a la hora, me presento.
Una vez en la zona, y ante la portería la vuelvo a llamar: no es esa la dirección, sino que se trata de una finca al otro lado de la Avenida Gaudí. Ningún problema, tomo nota del número y piso, y allá que voy. Es una finca de 1957, sin portero, en relativo buen estado de conservación. El piso, de unos sesenta metros cuadrados, sin ser brillante está aceptablemente limpio y en estado de conservación satisfactorio. Eso sí, tengo en todo momento la sensación de que hay alguien más aunque en todo momento ella me asegura estar sola: tampoco tengo nada en contra de que dispongan de un vigilante, pero la sensación era incómoda, percibía algo en el límite auditivo que me hacía pensar en más gente.
Las fotos son recientes y no desvirtúan a la chica: es blanquita, no muy alta, de piernas ligeramente cortas, pechos penduleantes y de carnes que necesitarían un toque de gimnasio. La edad es creíble. De cara es normal. Sonríe con media cara y me mira con aire de superioridad desde el primer momento. Acordamos un servicio de media hora con anal, me entrega toalla y paso a la ducha.
Quienes hayan pasado un servicio con una chica en plan borde se harán una idea de cómo sería la cosa sin que haya de explicar mucho más. Quienes no hayan perdido dinero de esa manera, han de saber que los besos estaban limitados a picos (no hay mayor problema con ello), que los pechos apenas admitían ser tocados (precisamente fui para darme un atracón de tetas) y que el sexo anal fue con ella boca abajo y tumbada, postura que permite a la chica dar coño por culo a poco que sea hábil. La felación fue medidita y mediocre, la penetración vaginal también fue justita. En resumen, incluso para el rango de precio bajo fue un servicio insuficiente.
Ahora la he visto anunciada en Girls BCN. O ha abandonado su actitud de superioridad, o será uno de esos servicios de tirar el dinero.
Niñas, ya sabeis: las divas no nos gustan. Puteros, ya sabeis: tratar a alguien con superioridad es odioso. Y al fin y al cabo, putas y puteros somos dos caras de la misma moneda... Si las despreciamos, nos despreciamos. Si nos desprecian, se desprecian.
