Ani, sigue siendo muy buena

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Barcelona

Apartamento de la escort	7
Duración	70 minutos
Precio	150€
Pecho	Natural
Fumadora	No
Besos	Besa con lengua
Francés	Sin hasta el final
Griego	Sí

Ani es una escort que lleva muchos años por Barcelona, sigue recibiéndo en el piso de la calle Industria. El apartamento necesitaría algunas mejoras para poderlo considerar excelente. El salón con sofá donde sueles dejar la ropa está bien, la habitación con esa cama y ese espejo que tantas cosas han contemplado  ... el baño al final del pasillo, con la ducha y eas mamparas que delimitan un espacio bastante reducido. Menos mal que yo no tengo las medidas de un ciudadano medio actual menor de 30 años en este país y me desenvuelvo bien en estos espacios....

¿Qué se puede decir de Ani que no sepan los que ya la conocen? Poco, realmente nada nuevo bajo el sol con ella, hacía tiempo que no la visitaba y hace unos días la llamé y concerté cita a principios de este mes. Me gusta charlar con ella hasta que, casi sin darme cuenta, me empieza a besar con esa lengua que te llega hasta la campanilla  . Me gusta jugar con sus pechos, son realmente grandes! Ahora lleva un look muy rubio, el sexo perfectamente depilado y muy suave, te puedes perder con ella en juegos insospechados y siempre he salido del piso con la sensación de que se han quedado muchas cosas por explorar y disfrutar en una siguente sesión.

Anticipo el comentario sobre su edad, es una mujer madura con un cuerpo bien conservado y al que le saca un gran partido. Para mi es una visita obligada cada cierto tiempo, cuando se han subido ya bajado muchas escaleras gusta recuperar algún camino conocido y disfrutar de una sesión de sexo sin ningún límite como la que te puede ofrecer Ani

Diciembre ha comenzado bien, esperemos la continuación mantenga el nivel y este viejo sabueso consiga seguir su camino y aprender que los errores y malos momentos siempre son aprovechables si tenemos la suficiente humildad para extraer la lección. Barcelona es una ciudad que esconde detrás de su fachada un sinfín de lugares donde perderse y reconciliarse con la vida. Es lo que tiene el escorteo, al final hasta nos sirve como excusa para filosofar

Archer