Tarragona
| Apartamento de la escort | 7 |
| Duración | minutos |
| Precio | 120€ |
| Pecho | Natural |
| Fumadora | Sí |
| Besos | Besa con lengua |
| Francés | Sin hasta el final |
| Griego | No lo sé |
En mi particular cementerio de expes pendientes de explicar sobresale siempre una escort de la que me hice asiduo en su día, antes de perderle la pista. Esa es Lina.
Lina es un peso pesado, una veterana que hecho tándem con Mónica en un mítico piso de rusas en Cambrils hace años. Pero lo que podía parecer como una escort que ya ha vivido sus días de gloria, no es así: Lina está en plena forma (más o menos).
Revisando el nuevoloquo me topo de nuevo con su anuncio y decido rememorar viejos tiempos y la llamo. Después de alguna dificultad para contactar con ella (un clásico, hay que ser perseverante) y alguna dificultad idiomática concertamos cita en su nuevo piso. A la hora indicada me recibe, me reconoce después de año y pico y pasamos al sofá a hablar de nuestras cosas. Allí ya empieza la primera refriega, pasamos los dos a la ducha a por la segunda refriega y acabamos en la cama para completar la tercera mientras se suelta el pelo y me susurra al oído lo que va a hacerme.
Si vais os topareis con una escort que físicamente no es despampanante, pero que sabe sacarse partido. Una amante que se adapta al ritmo que quieras llevar y si optas por el ritmo cañero te va exigir como la que más. Si te pilla confianza es morbosa, detallista, con la capacidad de pillarte desprevenido y con la habilidad de transformar algo tan mecánico como una paja en un acto de piel de gallina.
Ella es simplemente diferente. Simplemente es Lina.
Gracias por el reencuentro.
