Tarragona
| Apartamento de la escort | 8 |
| Duración | 60 minutos |
| Precio | 120€ |
| Pecho | Natural |
| Fumadora | No lo sé |
| Besos | Besa con lengua |
| Francés | Sin |
| Griego | No |
Contacté con Verónica una tarde para citarme con ella para el día siguiente. Curiosas las escaleras del edifício en un patio de luz interior. Me recibió con una blusa blanca y unas braguitas, descalza y una cola en el pelo, muy informal pero a la vez interesante.
Al instante me sorprendió la actitud de esta chica, como desinteresada y distante, abstraida en lo suyo. Pasamos al tema económico y le comento que a veces soy durillo para llegar al final, me propone dejar en la mesa el dinero acorde al tiempo máximo que quiera estar con ella y si termino antes coge el que le pertenece, muy resolutiva, para mi perfecto.
Me dice que me ponga comodo y me duche, mientras ella como si ni siquiera estuviera yo allí presente, se sienta ante un portatil en una mesita delante de la cocina office. Lejos de intuir una mala experiencia, esto me intriga, puesto que la comunicación es precisa y fluida. Ya duchado pasamos a la habitación y he aquí la transformación de Verónica, entergada, dulce y apasionada nos besamos y morreamos entre abrazos. Decir que esos pechos tienen un tacto especial, más bien blanditos pero adictivos, para definir la sensación que producian, creo que este par de apetitosas virtudes deberian ser manoseadas por todo adolescente en este mundo.
Ya bien sobados nos tumbamos en la cama y me regala un frances lento y suave a media profundidad que me vuelve loco, con miradas a los ojos de puro vicio. Después me toca a mi disfrutar de su cuerpo y la recorro a lametones que parencen gustarle por sus suspiros, bajando a la zona de guerra los suspiros se vuelven gemidos y sus convulsiones acentuadas.
Le pido pasar a la batalla definitiva y me viste para la ocasión, yo me tumbo y se pone encima a darle caña, me rodea con los brazos y empieza a convulsionar en un orgasmo que la deja echa una tortilla encima mio, sigo yo con el ritmo sabrosón y parece que al poco estamos encaminados al mismo resultado, pero en sus sacudidas aumento el angulo de ataque y parece ser que no atino en la proporción adecuada, por los pelos.
Nos separamos y es entonces cuando me toco la zona baja y estoy literalmente chorreando ¡ menuda manera de lubricar ! La pongo a4 y solo con apoyarla se mete entera de la cantidad de amor que derrochaba. tras un buen rato dándole y agarrándole esos adictivos pechos ya veo que va a estar duro explotar y le pido ir al sofa para que me deleite otra vez con ese dulce frances, me comenta que no termine en la boca, que si quiero puedo en los pechos o en el cuerpo. A punto estuve de llegar, pero eso que hacen en las peliculas de parar para derramar en otro sitio se ve que no estoy acostumbrado. Decido que ya tengo bastante puesto que paso ya de la hora, me ducho y me visto mientras ella vuelve a su ordenador, intento charlar con ella y aunque me contesta veo que ya no le pertenzco, eso si , en todo momento correctísima y simpatica.
Por lo inusual de la experiencia puede que repita algun dia.
