Viernes noche, llego tarde, muy tarde a casa.
Pero ups, sorpresa!!!!
Un mensaje de una amiga, de la que habia perdido la pista. Devuelvo el mensaje y empezamos una conversación por mensajes.
De pronto me comenta que tiene un antojo, que quiere beber una copa de buen vino. Me pide recomendación. Le recomiendo un Vega Sicilia Único. Casualidades de la vida, yo disponía de una botella de ese vino en casa. Guardado para ocasiones especiales.
Se lo hago saber.
Mi amiga me comenta que la calidad del vino siempre debe ser directamente proporcional a la compañía con que la tomas. Capto el guiño al vuelo y sobre la marcha fijamos un encuentro para esa misma noche.

Me ducho, me arreglo y parto al encuentro con mi bella damicela. Hago parada sorpresa para hacerme con una rosa roja. Tenia que ser una noche roja. De roja pasión.

Llego a la casa de mi damicela.
Ella tambien me tenia preparada otra sorpresa para mi.
Tambien roja, pero con toques negros. Me abre la puerta de su casa con un espectacular conjunto de lenceria rojo y negro. Que visión!!!!
Me da una bienvenida inesperada que casi provoca la caida del Vega Sicilia.
Mi bella damicela decide que estemos en igualdad de condiciones, así que despues de la efusiva bienvenida, decide quitarme parte de mi ropa. Una vez que estamos en igualdad de condiciones, observo que tiene la mesa preparada para dos. El Vega Sicilia, tambien iba a tener su compañia y tambien iba a estar a la altura.

En la mesa, además de una vela, unas copas y un decantador de vino, habia unas ricas tostadas y un foie. Manjar de dioses.
Buscamos florero para la rosa y nos disponemos a demostrar que el foie y el Vega Sicilia iban directamente proporcional a la calidad de la compañia.
Amena conversación, teniamos muchas cosas que recordar, muchas cosas de las que hablar y muchas cosas que compartir.
Al rato, los efectos del zumo de Tempranillo y Cabernet Sauvignon empieza a hacer sus efectos y que efectos!!!! Las piernas se empiezan a rozar, se empiezan a entrelazar, se empiezan a confundir y lo que empieza por los pies, termina por la cabeza, por no decir por el resto del cuerpo.

Lo que empezó con una mesa de por medio, continuo en un sofa, en el suelo y por ultimo en un lecho cubierto de sabanas de seda, que tambien sufrieron la compañia del Vega Sicilia.

La compañia quedo demostrada que estaba a la altura del Vega Sicilia, al menos a mi no me quedo ningún margen de duda.

Tendré que cuidar más a mis viejas amistades, eso me quedó bastante claro y así lo haré.

Saludos,
Ingols