Al hilo de algunos post leidos aquí y de la entrevista a Paula Vip en Catalunya Radio me ha parecido indicado hablar de como viven el asunto la mayoría de putas y puteros (dejémonos de eufemismos):

Como si del pecado original se tratara, se viven las relaciones "putiles" con un sentimiento de culpa permanente, una culpa honda, primigenia, irracional. Es un tema que puede ser tratado desde varios ámbitos. La culpa. Ya se que no es en todos los casos así, el mio por ejemplo y el de otros foreros y foreras, pero dejarme generalizar:

Cuando un putero acude a una puta lo hace a escondidas. Llamadas con número privado, nombres falsos, pisos camuflados. Miedo a ser visto, delatado, a colonias, lapsus, casualidades, preguntas, llamadas. Al salir, un sentimiento más o menos difuso de pecado, de dinero malgastado, de pagar por violar algo sagrado. Promesas de no hacerlo nunca más o, al menos, de hacerlo menos veces. Esa promesa, incumplida reiteradamente, hará que el peso de la culpa sea mayor la próxima vez. Un círculo vicioso que lleva al desprecio propio, de ellas, de la profesión.

Cuando una puta recibe a un putero no quiere que se la llame puta. Y lo hace a escondidas, mira por la mirilla, teme a los vecinos, a los posibles familiares-clientes. Se enfrenta a un hombre desconocido ante el que siente en el mejor de los casos indiferencia. Procura hacer su trabajo de manera aséptica, profesional, emocionalmente distanciada. Se siente mal aunque lo sobrelleve con una fingida dignidad. Se consuela pensado que necesita ese dinero, para sobrevivir ella, para sus hijos, para su familia. Se promete una y otra vez que solo le queda un año, un año y nada mas de esa verguenza escondida que no puede comunicar a sus padres, ni a sus hijos , ni a su pareja, ni a sus mejores amigos. Se justifica y vive así autojustificando su propia vida en un proceso mental sin duda agotador.

Y , sin embargo, yo me pregunto: ¿no ofrece una puta un servicio? ¿no es un servicio muy muy apreciado por los clientes? ¿no es cierto que la mayoria de los hombres desean y de que manera ese servicio? ¿no se dedican ellas a la felicidad ajena? ¿algún otro servicio nos hace a los puteros mas felices? ¿no es cierto que en el trato puta-putero se mantiene, en general, un respeto y trato profesional parecido al de abogado-cliente? ¿no es cierto que dicha actividad genera un PIB superior a la mayoria de los otros servicios personales? ¿no es también verdad que ayuda y mucho a bajar los niveles de ansiedad de los hombres en su conjunto? ¿no soluciona muchos problemas económicos graves de mujeres en momentos más o menos extensos de sus vidas?

El problema, por tanto, no es superficial y no puede hablarse de el de manera liviana en una entrevista en un magazine de radio vespertina. En cualquier entrevista con una puta, sobretodo si la entrevistadora es mujer, se tenderá a colocar en un plano de superioridad moral, "te entrevisto a tí pecadora!!!". El tema es muy interesante y tiene que ver con la filosofía y la moral asumida, con la psicología y el sentimiento arraigado de culpa, con la sociología de masas y los valores imperantes y no puede resumirse en un post, desgraciadamente. Así que no continuaré con este....aunque podría decir muchas cosas más y serían, sin duda, las más interesantes.

Sin acritud