Antes de que a alguien se le ocurra abrir un hilo para beatificar a un criminal:

Me congratulo de la detención, y entrega al Tribunal penal internacional para la antigua Yugoslavia, del ‘carnicero de Srebrenica’, Ratko Mladic.

Púdrete en la cárcel!
En compañía de Radovan Karadzic, os podéis porculear all the time, hasta que os murais.