Mi opinión:
El estilo algo moroso, detallista, recreativo y minucioso de Alan J. Pakula le viene a esta gran película como anillo al dedo. Tanto que es probablemente y con mucha diferencia su mejor cinta, la más contundente y en la que más se justifica esa obsesión en la obra del director por dotar de un sólido trasfondo psicológico a sus personajes para justificar así todas sus acciones que en el caso de Klute son bastante complejas y sorprendentes pero siempre comprensibles.
Klute es no solamente un thriler muy competente, también indaga con la certeza de un entomólogo en la sociedad de los primeros años 70 y concibe un retrato inteligente y certero de ese momento a través de las peripecias de una prostituta acosada por un maniaco (en aquel momento los psicópatas aún no tenían carta de naturaleza en el cine como tales) Pakula consigue un deslumbrante y muy humano retrato de personajes espléndidamente servidos por la pareja protagonista.
Obra nada complaciente y de una gran dureza para su época, tan solo se ve perjudicada por un final bastante previsible, pero curiosamente la fuerza de su puesta en escena y su interés innegable consigue que esto importe poco, ya que su argumento detectivesco pasa a un segundo plano para ceder importancia a ese fascinante retrato de personajes y situaciones muy novedoso y meritorio en su momento y que con el paso de los años han derivado en clichés cinematográficos manidos y usados en multitud de películas con bastante menos fortuna.
Obra muy recomendable para seguidores del policiaco poco convencional y amantes de las perversiones con trasfondo metafísico.