Hace tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de abrir un hilo sobre el Real Madrid, equipo del que soy acérrimo seguidor desde que era un enano. Hoy, cuando el cadáver reposa aún caliente sobre el césped del viejo Anfield, me decido a hacerlo con el deseo de que el hundimiento de ayer signifique de una vez por todas un punto de inflexión en la historia del Madrid.

El 4-0 escuece, no voy a negarlo. Pero en el fondo, una buena parte de mí se alegra. Porque hace ya tiempo, años diría yo, que el Madrid va esquivando, a trancas y barrancas, el golpe definitivo que lo tumbe en la lona. Es un viejo boxeador que ya sólo gana los combates a los puntos y que se sostiene en pie simplemente por orgullo y amor propio. Aún conserva su gran pegada, sí, pero ya no tiene fuerza para defenderse y confía todas sus posibilidades a un último golpe de suerte.

Lo de anoche fue, por tanto, un final anunciado que, gracias a varios golpes de fortuna, se había ido posponiendo año tras año. A este equipo no se le puede achacar falta de garra, fuerza y compromiso, porque así se ganaron las dos últimas ligas. Pero a los jugadores del Real Madrid hay que exigirles mucho más que orgullo y pundonor. Como el valor en la mili, la casta se les supone. Y, al fin y al cabo, hablamos del Real Madrid, no de un equipo menor que lucha por la permanencia o por colarse en la UEFA. En el fútbol, como en la vida, no puedes dejarlo todo en manos de la fuerza y el coraje, porque en cualquier momento puedes encontrarte con alguien más fuerte y corajudo que tú, como ayer fue el Liverpool.

Como madridista, no tengo reparo en reconocer que me duele ver jugar al Barça, con su fútbol espectacular y festivo, capaz de bailar a cualquiera. Por eso creo ha llegado el momento de hacer borrón y cuenta nueva. De refundar el club y la plantilla. Ya está bien de parches y remiendos. De mantener a las vacas sagradas y de fichar medianías. Hay que agradecerle a Raúl y a Guti los servicios prestados, dedicarles sendas estatuas en Baldevebas y entregarles un gran cheque a cada uno con el finiquito. Hay que abrir el vestuario y hacer limpieza de verdad. Los Salgado, Gago, Heinze, Cannavaro, Marcelo, Faubert, Metzelder, Saviola, Javi García y demás no son malos jugadores, pero no tienen el nivel suficiente para jugar en el Real Madrid. Iker y Lass deberían ser la bases para construir un nuevo Real Madrid, el resto, simplemente, son piezas sustituibles.

Con esto no quiero decir que el Madrid no pueda luchar aún por esta liga. El nivel del fútbol español es tan bajo - o tan irregular - que hasta un equipo como el Madrid puede enlazar 10 victorias consecutivas. Pero realmente esta liga pinta de color blaugrana. La flauta ya sonó hace 2 años y es difícil que este año vuelva a hacerlo.

Como decía al principio, espero que la derrota y la humillación de ayer sirvan definitivamente para algo y que el Real Madrid pueda renacer de sus cenizas. Yo seré el primero en alegrarme y aquí estaré para contarlo.

Ahora os dejo que vosotros digáis la vuestra, si queréis. Se aceptan opiniones, críticas y hasta mofas y befas de todos los colores. Pero, eso sí, intentemos todos mantener el tono de respeto y educación que, por lo general, reina en este foro.

¡Hala Madrid!

Hunter... y su rifle

PD: Diavolo, macho, no tienes ni puta idea de fútbol. Me dijiste que 'sólo' iban a meternos 3... Si no llega a ser por San Iker!!!