Se acerca Sant Jordi, y para conmemorarlo, nada mejor que abrir un hilo donde los foreros pueden plasmar sus inquietudes poéticas. Como la época del verso ya la pasé hace años, esta vez abro el fuego con una concisa prosa de breves líneas:

Cuando tu nombre de cinco letras era ya un recuerdo tan erosionado por el tiempo que resultaba casi ilegible, de nuevo tu presencia alumbró mi huérfano corazón, hasta entonces, triste, vacío, desvencijado y polvoriento como un caserón abandonado. Esa mirada tímida, aderezada con una brizna de picardía, esos impecables modales, esa palpable sensibilidad, arriaron con la misma briosidad que unos pescadores suben a bordo sus nasas de pesca, unos sentimientos que hallábanse languideciendo en lo más recóndito de mí.
Puede que no sea digno de ti, que nuestros labios nunca lleguen a fundirse en un lacrado beso, ni nuestras manos jugueteen puerilmente entre ellas hasta que los dedos de ambos se engarcen como jergones de hierro forjado, pero no temas nada malo de este leal lacayo, que moriría por sentir el rescoldo de un abrazo contigo. Soy como un roble centenario, así que, a pesar de todo, siempre estaré a un lado del camino esperándote.