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"No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola de su propio padre, que estaba en el comedor con parte de la familia y tres invitados".
¨CORAZÓN TAN BLANCO", Javier Marías
En mi opinión el inicio más potente que he leído
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“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.”
Lolita de Vladimir Nabokov
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«Querido Marco:
He ido esta mañana a ver a mi médico Hermógenes, que acaba de regresar a la Villa después de un largo viaje por Asia. El examen debía hacerse en ayunas; habíamos convenido encontrarnos en las primeras horas del día. Me tendí sobre un lecho luego de despojarme del manto y la túnica. Te evito detalles que te resultarían tan desagradables como a mí mismo, y la descripción del cuerpo de un hombre que envejece y se prepara a morir de una hidropesía del corazón. Digamos solamente que tosí, respiré y contuve el aliento conforme a las indicaciones de Hermógenes, alarmado a pesar suyo por el rápido progreso de la enfermedad, y pronto a descargar el peso de la culpa en el joven Iollas, que me atendió durante su ausencia. Es difícil seguir siendo emperador ante un médico, y también es difícil guardar la calidad de hombre"
"MEMORIAS DE ADRIANO" , Marguerite Yourcenar
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"Soy un raro de concurso. Un ni por qué ni para qué, ni dónde. Un tostadora y un cafetera soy. No de los que van por el mundo con un embudo en la cabeza. Tampoco un raro de esos mayores que se ven en los futbolines con la boca pegada a la oreja de los chavales, que les invitan a una Fanta y los chavales se ponen a gritar: "¡Déjate de fantas y cómprame una Cota 49 o llamo a un guardia!. De esa clase de raros no soy, porque ahora soy mayor, pero no mayor, mayor. Mi rareza es de marciano en misión especial en la Tierra, que disimula el día entero, todos le siguen mirando y el marciano no sabe por qué, y resulta que le miran porque es verde. Soy raro como una vaca jugando al millón. Y digo bien lo que estoy diciendo, porque sé de vacas y al millón domino. Además, en esto de la rareza he conocido a unos cuantos raros muy raros y puedo comparar."
"EL SECRETO DE LAS FIESTAS" Francisco Casavella
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"Habría que matarlos a todos.
¿Por qué coño me miran con esa cara? Ese tipo con el chamberguillo, con su cara de mierda, me mira. Debería acercarme y darle un pellizco en los carrillos, retorciéndoselos con toda mi alma, y luego dejarle ir, como si nada.
La gente me da ascopena. Todas esas caras distintas...¿No es obsceno? ¿No es repugnante pensar que todas las caras que llenan las calles, esas hordas de rostros confusos, nunca se repiten? Millones de combinaciones, a cada cual más repulsiva. Cientos de millones de orejas sucias, miles de millones de pelos en la nariz, cientos de miles de millones de granos. Y nunca iguales. Todos sorprendentes en su horror, en su realidad brutal.
Siento vértigo. He visto caras horrorosas, y encima me han mirado, con sus ojitos llorosos y su mirada de pena; pero eso no significa nada. Hay miles de millones de caras en el mundo; tantas, que sería imposible verlas en una vida. Es como si fueran infinitas. Por eso no me atevo a moverme de aquí. No puedo salir de estas tres putas paredes de cristal.
No existe un límite en el horizonte del pánico."
"PAYASOS EN LA LAVADORA" Álex De La Iglesia
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Fui educado solo y, hasta donde recuerdo, siempre me apasionaron las cosas sexuales. Cerca de dieciséis años tenía yo cuando conocí a una joven de mi edad, Simone, en la playa de X... Nuestras familias se encontraron un parentesco lejano, cosa que precipitó nuestras relaciones. Tres días después de conocernos estábamos Simone y yo solos en su casa, vestida ella con un delantal negro y un cuello almidonado. Empecé a adivinar que compartía mi angustia, tanto más fuerte cuanto que ese día estaba desnuda bajo el delantal.
Llevaba medias negras de seda sujetas por encima de la rodilla. Todavía no había podido verla hasta el culo (ese nombre que empleaba con Simone me parecía el más bonito de los nombres del sexo). Me limitaba a imaginar que, levantando el delantal, le vería el trasero desnudo.
En el pasillo había un plato de leche destinado al gato.
Historia del Ojo
Georges Bataille (antepasado de Oliba)
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"Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Una magnífica jornada veraniega,
soleada y aireada, y Lisboa resplandecía. Parece que Pereira se hallaba en la
redacción, sin saber qué hacer, el director estaba de vacaciones, él se encontraba
en el aprieto de organizar la página cultural, porque el Lisboa contaba ya con una
página cultural, y se la habían encomendado a él. Y él, Pereira, reflexionaba sobre
la muerte. En aquel hermoso día de verano, con aquella brisa atlántica que
acariciaba las copas de los árboles y un sol resplandeciente, y con una ciudad que
refulgía, que literalmente refulgía bajo su ventana, y un azul, un azul nunca visto,
sostiene Pereira, de una nitidez que casi hería los ojos, él se puso a pensar en la
muerte. ¿Por qué? Eso, a Pereira, le resulta imposible decirlo."
Sostiene Pereira, de Tabucch
Simple y bellísimo, ¿verdad?.
Y permitidme también, sé que abuso de paciencia, que, a la Sinestesia a la que un día aludí cómo facultad de cruzar sentidos para denominar lo bello con lo más bello, añada Azul de Lisboa. Conozco bien ese azul que maravilla a Tabucchi, no puedo olvidarlo. Refulge, como sostiene Pereira, en el Tajo desde el mirador de Santa Luzia, en Alfama, a pocos pasos del viejo tranvía 28, entre terrazas, mosaicos de mármol blanco y azulejos. Y refulge, especialmente, en un atardecer de otoño, en un momento de privilegio, por continuado y repetido, no menos privilegio, en unos ojos claros, en una sonrisa franca, en mil destellos de azabache y cobre desplomándose sobre una piel blanca y suave..
Azul de Lisboa. Y un atardecer en Guinxo, mientras el sol se ruborizaba en el atlántico. Pero esa es otra historia.
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Call me Ishmael
MOBY-DICK, de Herman Melville
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Gracias por la buena acogida que ha tenido este hilo que he iniciado. Espero leer más aportaciones.
Dejo el inicio de un libro que no he leido, pero es un inicio de los que no se olvidan:
"El Charolito sólo se fiaba de su polla. Era lo único en el mundo que jamás le daría por el culo."
Sed de Champán, Glez. Montero (1999)
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"Todo el mundo hablaba del libro. Ya no podía pasear tranquilo por las calles de Nueva York, no podía hacer jogging por Central Park sin que me reconocieran y exclamaran: ¡Es Goldman, el escritor!"
La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joel Dicker (2013)