Yo cometi el error de acudir una vez inocentemente. Todo el rato estuve sufriendo por la sensación de que eran unas pobres chicas obligadas a trabajar en esto. Solo sabían cuatro palabras básicas en castellano y parecía que obedecían a instrucciones sobre lo que debían hacer. Decidí no volver nunca más.
Existen algunas independientes, que es posible que lleven otro plan. No he acudido a ellas.