Suscribo en todo. Y es verdad, es muy cercana, especialmente así la siento, cerquísima, cuando, no sé porque peregrina razón, ambas y mías, las manos buscan el frescor de sus, ambas y suyas, y deliciosas, añado, nalgas... deliciosas insisto, ambas. En compesación a ese frescor, su aliento y su susurro abrasan...

¿Será la Primavera?

No, en invierno alguien, de muy buen gusto, me confesó cuanto la atraía ese delicioso manjar ;-)


Ñam, Ñam