Barcelona
Hotel | |
Duración | 60 minutos |
Precio | 150€ |
Pecho | No lo sé |
Fumadora | No lo sé |
Besos | Besa con lengua |
Francés | No lo sé |
Griego | No lo sé |
Niky era una de las chicas que tenía en agenda para ir a visitar algún día pero (como ya me ha pasado otras veces), cuando me decidí a llamarla, desapareció. A principios de octubre vi en GirlsBCN que había vuelto, por lo que me decidí y la llamé. Me gustó tras hablar con ella unos minutos, de modo que días después la llamé para quedar y conocerla. Y empezaron los problemas. Primero, sólo está disponible hasta las 19:00, por lo que tuve que quedar con ella a las 18:00, demasiado pronto para mí. Tuve que comer a toda prisa, fregar los platos y salir corriendo de casa. Mientras me estaba duchando, el haber engullido demasiado deprisa empezó a molestarme, mal indicio, aunque esperaba estar en buen estado cuando llegara la hora: había leído que podía dar bastante caña y temí por mi condición física con el estómago lleno. Me arreglé y salí de casa, listo para ver con horror como estaba cayendo una tromba de agua como pocas veces al año. Subo a por el paraguas y a por el autobús, donde llego totalmente empapado. Perfecto. Además, sabréis lo que pasa en Barcelona cuando llueve. Pues de cabeza al atasco, así que para no hacer esperar a Niky le mando un mensaje diciendo que llegaré unos 30 minutos tarde. No me manda respuesta, y al final las cosas se calman: deja de llover y el tráfico empieza a mejorar, de modo que sólo 10 minutos más tarde de la hora me planto en la zona. Cojo el móvil para llamarla, decirle que al final he ido bastanteápido y para que me diera la dirección correcta, cuando veo que me acaba de enviar un mensaje diciendo que lo siente mucho pero que es demasiado tarde para ella... Un dia perfecto, si es que todo ya apuntaba a malo... La llamo, y me contesta que no hay problema, que más tarde no puede pero que si ya estoy allí puede atenderme sin problemas... La cosa empeiza a mejorar, pico a la puerta y subo.
Las cosas siguen mejorando, uno de mis principales temores a la hora de visitar a chicas es encontrarme con vecinos en el portal que me miren sabiendo adónde voy, o cruzarme con ellos en la escalera. Pero no hay casi nadie en la calle, y el piso está en el principal, así que perfecto. Llamo a la puerta y por fin veo a Niky. Es una chica menuda, con la piel más morena de lo que aparece en las fotos, no diría que guapa pero sí con encanto y un aspecto muy típico brasileño. Me lleva a la habitación, con una buena cama, un poco oscura y con hilo musical, con una gran ducha en su interior. Perfecto para ducharnos en compañía. Nos desnudamos y entramos en la ducha, nos lavamos, con roces y toqueteos, nos secamos y nos disponemos para la batalla. Niky tiene un cuerpo agradable, sinceramente no es mi tipo (demasiado menuda, ya que yo mido casi 1,90), con los pechos pequeños (que no me importa por el tamaño, pero con los pezones demasiado grandes para mi gusto), culo pequeño y duro, y sexo depilado. Pero pronto me hace olvidar la contemplación de su aspecto, y tras un poco de charla y unos cuantos y largos besos en los labios, empieza a realizarme un francés durante un buen rato, de forma lenta y dulce, mientras puedo deleitarme con la contemplación de la escena en los espejos situados al fondo y a un lado de la habitación. Realmente me encanta. Tras el francés, se coloca encima mío y empezamos la faena. Cambiamos la posición, nos tumbamos de lado y se lo hago desde atrás, acabando poco después.
Un poco más de charla, muchos más besos (besa continuamente, lo que es de agradecer), y me pide que me tumbe de espaldas, se sienta encima mío y me proporciona un agradable masaje. Al acabar, nos besamos y toqueteamos un poco más y me ofrece ir a por el segundo. Estoy perfectamente listo, de modo que probamos unas cuantas posturas más, hasta acabar en la posición del perrito. Sobre la implicación de la chica basta decir que me corrí la segunda vez tan rápidamente como la primera, cuando normalmente me cuesta mucho más e incluso a veces no lo consigo en una misma hora. Realmente el colofón fue sublime, y practicar la postura a 4 patas, una de mis preferidas, con su bonito trasero entre las manos, viéndola de lado en un espejo, y de frente viendo su cara en otro, fue simplemente para no olvidarlo jamás. Pero el tiempo pasa, y aunque no me dió prisa en ningún momento ya había hecho lo que había ido a hacer y sabía que la chica tenía cosas que hacer (me lo contó en nuestra conversación, aunque lo omitiré ya que es personal) dimos la sesión por acabada. Nos duchamos, algún que otro beso de despedida, y salí a la calle mucho más contento de lo que había entrado. Aparte que, la verdad, llevaba bastante tiempo sin estar con una chica y bastante estresado por el trabajo y la vida, así que gracias Niky por ese agradable rato
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