Barcelona
| Hotel | |
| Duración | 60 minutos |
| Precio | 200€ |
| Pecho | Natural |
| Fumadora | No lo sé |
| Besos | Besa |
| Francés | No lo sé |
| Griego | No lo sé |
Así, tumbada, musitando un armistico carnal su cuerpo decora el alma y la quietud.
Así, abrazada a la forja del esplendor y tras la batalla de cuerpos sudorosos Rocío, se vuelve a acurrucar en la mayor virtud que una mujer ofrece a un hombre, la clandestinidad del giro al infierno donde la lujuria nace cuando ni ella, ni él la lamentan, sino la lamen....
Hace meses, muchos, que por primera vez los verdes y los pardos se cruzaron.
Quizás un año, algo más.
Empezamos a jugar en el parque como aquellos niños que comparten la tierra, la arena quieta, la mirada traviesa y las manos manchadas de pecados inocentes.
Antes era algo más niña, más cría, más inocencia. Antes era muy crio, muy impetuoso, nada inocente.
Este fue el cuarto encuentro, por el camino sonrisas y lágrimas, aventuras y desventuras, pero siempre respeto, ternura, comprensión y lo mejor una complicidad libre de pecado y de reproches.
Rocío, se ha convertido en poco más de un año en una troyana que toca las estrellas del cielo oscuro con sus largos y tiernos silencios. Ahora, ya, por fin domina la situación, el tempo. Desata y enreda con el sumo control de quien controla que su belleza no es la que se ve, la que rebaba.... es más hábil, más dueña de sus fuegos y de su monta. Rocío....te enclaustra en la voragine dual de saberse poseedora de unos centímetros repletos de fastuosidad, de gula, de excesos.... y si se turba y felizmente encela te propone un sinfín de variedades y regustos calientes, ardientes, perrunos....
Rocío ha liberado su mente, y con ella..... su soberbio perfil.
Aún recuerdo el primero y un escalofrío me crucifica en el limbo. Era perfecta, sinuosa, bellísima. Y el segundo, y el trio de princesas. Y el limbo, me sacude como los meses curten la piel, como la experiencia desata la ira, la furia, la tibieza.
Pero éste último encuentro fue fascinante.
Adoro el cortejo, el musitar, los guiños y las pseudoevidencias, necesito incluso el sutil desprecio, el deje, la querencia.... el juego de recuerdos y la seda de la miel quitada de los labiox. Y ella ha creado y crecido una auténtica chistera de clase y glamour, tan natural y sencilla que emboba el aurea de quien la rodea.
El festival de sabores, la juerga de los sentidos empezó días antes, alguna llamada con antifaz, alguna sopa de letras, alguna triquiñuela de la mente..... y la miel, la puta miel siempre cuajando la sangre blanca..... mágica, tremenda, aquella niña....aquella niña....aquella niña.... ¿Qué fue de aquella niña.....?.
Espaciamos la contemplación, ahora con la perspectiva del tiempo doblado como una sábana de lino, unas cuantas arrugas pero siempre después del reencuentro abrimos el cajón de la providencia, y con sumo tacto y ternura, la desdoblamos para pasar las palmas a duo....y reirnos y jugar de que ese pliegue es más antiguo y esa esquinita más de nadie.
Siempre cuando nos hemos dedicado la entrega, hemos congeniado de una manera recíproca, somos como dos tumbas donde nuestras almas se abren con la lápida del deseo y se cierran hasta la próxima. Y eso me enerva, me amansa, me da paz. Encontrar un escapulario y un alacrán en forma de aguijónreinamadre es condensar en una gota el veneno y la essencia.
Y aunque torturen al dedal, aunque la tentación se desparrame, nada parece lo que no es.
De su físico, poco a estas alturas ya se puede explicar, que el mundo del vicio no reconozca cuando hace examen de conciencia. Es el pecado, la perfección, el páramo y el nenúfar inacabablemente supino. Deliciosa amalgama de sabores que camaleónicamente se transforman según la noche, según la cata....
....Ahora, en ésta época de tempestad interior..... nos ofrecimos la calma, el regazo, el apoyo y la comprensión.
Y bien sabéis, y bien sabe.... que la grandeza de la complicidad no puede ni pedirse, ni comprarse, ni ofrecerse o entregarse. La complicidad, y del trote al galope nace, es simple, brota.... estar una hora de charla, de vivencias, de cuentos e historias y tras ellas, surge el velo salvaje, despotricado, ambivalente y locuaz de una amazona que monta al alba el alma del lunático.
Rocío ha conseguido en éste año no poco. Es más, diría que está en el camino perfecto, en la senda que no pocos esfuerzos y penas a todos nos lleva.... trobar la armonía, la quietud y la inquietud al unísono es la quimera, la utópica andanza de todos aquellos que buscamos la paz y en el esfuerzo nos desangran nuestras alas y algún trozo de corazón.
Ahora, Rocío ya no camina sola. De una sola mano.
Ahora, ya sabe que ella es su mejor amiga.
