Barcelona
| Apartamento de la escort | 10 |
| Duración | 60 minutos |
| Precio | 150€ |
| Pecho | Tuneado |
| Fumadora | Sí |
| Besos | Besa con lengua |
| Francés | Sin |
| Griego | No lo sé |
Adel
Tras leer la experiencia de Leif Erickson, poco tiempo me falto para llamarla en cuanto vi el anuncio de nuevo.
Llame empecé a concretar la cita, cuando en seguida me pidió que si podía le hablase en inglés. , Hice lo que pude con el Oxido de Ingles que tengo por dentro. Pero debió entenderme porque al día siguiente nos encontramos en el lugar y la hora acordados. Por cierto le traje una caja de bombones que agradeció sorprendida.
Me abrió con discreción, y al cerrar la puerta la primera imagen fue de una mujer joven, elegante y con clase que me hablaba en Ingles, pocas palabras bastaron para que enseguida nos diésemos una emotiva y tierna bienvenida. Yo llegue a pensar r si besar es una manera de no tener que hablar. Pero eran besos buenos, gratos agradables y necesarios para entrar en comunicación, como alternativa a los bombones.
Pocas frases cruzamos pero las necesarias para indicarme donde estaba la ducha, y donde debía poner mi ropa.
Otro detalle que me encanto fue que me estaba esperando al salir de la ducha. Me tienen frito los trasiegos de las mujeres hasta que llegan a la cama. Siempre han de hacer mil cositas antes de llegar. Ella no hizo trasiegos, ella estaba esperándome.
Esta vez nos fundimos en un abrazo, que dio lugar a toda la relación, a mi me gustaba mucho mirar ese cuerpo tan precioso y femenino que tiene, y ella lo sabía y lo gozaba sintiéndose observada. Palabras pocas por temas idiomáticos, las necesarias para los cambios y ara manifestar placer.
Sin ser la mejor experiencia sexual de mi vida, si fue muy buena. Pero lo mejor estaba por venir. Mientras recuperaba yo fuerzas empezamos a hablar Ingles-Ruso-Español . Ella hablaba y hablaba, yo poco, no por idioma , sino porque ella se desato, he hizo lo que mas nos gusta a los hombres, halagar nuestra vanidad, sin que nos demos cuenta. . Yo estaba a gusto, ella decía cosas que me gustaba oír, yo no percibía si actuaba o si lo decía en serio, pero salí convencido de que había sido una suerte para ella conocer alguien como yo, y que de ser posible le gustaría verme más a menudo y tenerme como amigo. Naturalmente no fueron esas sus palabras, sino mensajes mucho más sutiles, me fui hinchado como un globo y encantado con ella.
Leif, no se si tus referencias iban por aqui, pero ha funcionado. Seguire tus consejos con fervor.
