Katy Kat: morbo, vicio... El sexo por el puro placer de tener sexo

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Barcelona

Apartamento de la escort	9
Duración	120 minutos
Precio	300€
Pecho	Natural
Fumadora	No
Besos	Besa con lengua
Francés	Sin hasta el final
Griego	Sí

Vamos directos a la experiencia número quince. Llevaba un tiempo con Katy en mente, pero por un motivo u otro, nunca me decidía por la colombiana. Esta semana me decidí a quedar con ella, y rompiendo uno de mis principios, opté por estar con ella dos horas en lugar de una, cosa que siempre hago la primera vez que quedo con una escort. Decisión que finalmente fue más que correcta. Por un guiño del destino, ahora el piso de Katy está cerca de Plaza España, el mismo donde antes recibía una escort brasileña de la que guardo gratos recuerdos…
 
Los que ya conocéis a Katy no hará falta que os la describa mucho: es menudita, de pecho pequeño pero firme y culo respingón, pero de lo que está más orgullosa  es de su abdomen, bien firme tras horas de gimnasio. Me recibe con abrazos y besos húmedos y con lengua, preámbulo de lo que me espera. Ya en el sofá, primera sorpresa: al ponerse encima de mí y palparle el trasero, noto que no lleva prenda interior alguna. Yo, que con muy poco soy impresionable, empiezo a alucinar.
 
La primera toma de contacto se convierte en un juego de ver quién domina más el sexo oral: empiezo yo siguiendo un ritmo suave, sólo con mi lengua según me indica Katy, al que aumento el ritmo según noto a Katy más húmeda hasta que se corre. Luego ella contraataca con un francés sin manos y dominando a la perfección la garganta profunda. El morbo de ver a ella en acción hace el resto hasta que me corro en su boca.
 
Apenas hay un breve descanso de charla, ya que iniciamos enseguida  un segundo asalto. Katy se ha quedado con ganas de más, así que vuelvo a recrearme con mi lengua por todo su cuerpo: cuello, pechos, vientre y, cómo no, su entrepierna. Se deja hacer y me guía, es una pequeña fiera que quiere más y no parece cansarse nunca. Ha llegado al segundo orgasmo, y para culminar, terminamos en la postura de a cuatro para llegar yo al orgasmo, a la que tardo poco, gracias al morbo de la postura y lo caliente que la siento cuando la penetro.
 
Menudo ritmo llevamos, no hay tregua. Para descansar un rato, Katy me propone ir al sofá del salón, donde se está mucho mejor gracias al aire acondicionado. Nos tumbamos y relajamos, y aprovechamos para hablar y saber un poco más de cada uno. Como comprenderéis, esta charla es personal y no voy a explicar nada más de ella. Un breve pero intenso masaje que me da Katy me da fuerzas para la tercera y última de las relaciones del día.
 
Esta última de las relaciones la podríamos catalogar como de película X, pues gracias a la imaginación de Katy, lo hacemos en posturas más propias de este tipo de películas: primero en la mesa del comedor, con el trasero de Katy en la mesa y yo de pie; y luego vuelta al sofá, con Katy apoyada en el respaldo y yo penetrándola desde atrás (pero no por el culo: no es mi estilo, aunque le guste), y ya finalizando, yo sentado y ella encima. Quizá me haya olvidado de alguna postura más entre medio…
 
Para rematarme, Katy se acuclilla y me hace una mamada marca de la casa, jugando con su lengua y saliva sobre mi miembro, que sucumbirá en unos minutos ante su maestría, notando a cada espasmo como ella introduce más mi pene en su boca, acabando así tanto con mis últimas gotas de semen como con mis últimas reservas de energía. Aunque de vuelta en la cama vuelvo a tener una nueva erección, no es suficiente para otra relación y colmar el placer inagotable de Katy.
 
En fin, vaya dos horas más intensas y morbosas: han volado en compañía de Katy. Tras esto, me tomo una buena ducha fría para calmarme, hablamos un poco más y tomamos un refresco, y me despido de Katy con muchos besos y un montón de achuchones, imaginando en mi mente un segundo encuentro que prometerá, y mucho.
 
Resumen y valoración: creo que con el título lo he dicho todo. Katy es una mujer morbosa a la que le gusta el sexo, y lo disfruta. Si se va con ganas y mucha energía, el encuentro prometerá y cumplirá con las expectativas generadas. Abstenerse las personas que al mínimo esfuerzo se cansen, pues Katy no dará tregua.
 
Saludos y hasta otra.