Miriam… polvo suavecito, suavecito pero qué rico!!!

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1 05/2015
Manhattan
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por Manhattan
Barcelona

Apartamento de la escort7
Duración60 minutos
Precio150
PechoTuneado
FumadoraNo lo sé
BesosBesa con lengua
FrancésSin
Griego

Valoración de cara: Es guapa. De facciones muy agradables. Larga melena color azabache de cabello liso y muy bien cuidado. Preciosos ojos oscuros. Nariz pequeñita respingona y una boca generosa con buenos labios que besan muy bien y acompaña a los mismos con una lengua muy juquetona.

Valoración de cuerpo: Para deleitarse con sus formas. Sobre los 165 cm en un cuerpo “ñam, ñam” al que no le sobra ni le falta de nada. Pechazos espectaculares, diría que una 95 muy bien tuneados y agradables al tacto. Una cintura estrechita con vientre completamente liso.  Caderas con muy buenas formas y un culo respingón y de mordisco. Sus piernas proporcionadas acorde a su altura, esbeltas y bien formadas. Piel bronceada y bien cuidada. Todo un placer.

Valoración de carácter: Me gustó su disponibilidad que ya por teléfono pude notar y percibir. Implicada, alegre, desenfadada y algo serena lo que te da sensación de sosiego. Tiene un timbre de voz muy femenino y habla y escucha por igual. Me he sentido muy a gusto a su lado.

Vestimenta: La verdad es que no me acuerdo. Vestía de calle. En cualquier caso la encontré muy atractiva y cuando se quitó esa ropa que no me acuerdo, mostró esa imperial figura que muestra en sus fotografías, con lo que el amigo se puso en guardia y a punto para empezar la fiesta.

Relato del encuentro:

Hacía tiempo que tenía a esta señorita en el punto de mira pero, aparte de cartera, no hay tiempo material para repartir entre tanta belleza, ya sea conocida o por conocer.

Pero a veces un cambio repentino en una cita prevista con alguien asiduo te permite variar tus planes y con ello aprovechar para echar mano de la agenda de “properes” y citarse para ese día con ese alguien a quien tienes ganas de conocer.

Algo de eso ha sucedido hoy y gracias a ello he podido satisfacer el deseo de conocer a esta preciosidad que tenía en “lista de espera”.

Dicho así puede sonar muy mal y que nadie me mal interprete y piense que voy de prepotente… pero esa es la realidad… por suerte para mí, a lo largo de estos dos años de vorágine sexual he conocido a muchas señoritas y he acumulado a un buen grupito de ellas con las que suelo citarme habitualmente, lo que reduce la posibilidad de conocer a nuevas señoritas puesto que como es lógico no salgo todos los días del mes y mis citas suelen ser entre ocho como mínimo y doce como máximo.

Aclarado este punto sigo con la experiencia de hoy.

Me puse en contacto a través del móvil y solo oír su voz ya me percaté que la cosa iba a ir muy bien. En estos casos siempre te queda aquella duda de qué tal será su cara? La belleza y exhuberancia de su cuerpo estaba fuera de toda duda pero había que ver su cara.

Pronto iba a saberlo porque la cita la concretamos para 45 minutos después de la llamada.

Así que a la hora puntual me presenté en su apartamento y cuando al fin me abrió la puerta pude contemplar de que era mucho más que guapa. Eso me tranquilizó y a partir de ahí todo fue como debe ser y muy pronto comenzamos con una buena sesión de sexo que me iba a dejar muy a gusto, y por lo que aconteció creo que a ella le pasó lo mismo.
 
Hablamos, protocolamos y después de pasar por la ducha y de traerme un botellín de agua que le había pedido tras su ofrecimiento, empezamos el festival.

Y empezamos con unos buenos morreos y un buen sobeteo de ella sobre mi amigo que a pesar de que estaba súper puesto, aún lo pusimos más rígido de lo que estaba.

Pasamos sobre la cama y seguimos con un sobeteo más profundo además de un recorrido lengüil por mi parte sobre sus hermosos pechos y jugamos a meter al amigo entre sus piernas por delante y por detrás,

Al final la única prenda que le quedaba, sus braguitas, pasaron a mejor vida y a partir de ahí la ceremonia habitual.

Se que soy muy repetitivo y en apariencia siempre es lo mismo, y digo en aperienca porque sí lo es en el acto en sí, pero cada señorita es un mundo y siempre hay ligeras o grandes diferencias en el sentir y en la recepción de esa lengua juguetona y no siempre se obtiene la misma respuesta.

En este caso era cuestión de probar. Recuerdo que tres días atrás con otra señorita, hubo un larguísimo cunillingus que sirvió para excitarla muchísimo pero no sirvió para llevarla al orgasmo…

Y a mí me gusta que, si es posible, mi trabajo, aparte de que me encanta y me pone muy cachondo, sirva también para que la señorita alcance su clímax. Y eso es lo que al ser primeriza para mí no supiera cuál sería su respuesta.

Pero esas cosas, a los cuatro o cinco minutos de estar en faena ya sabes si va a ir a más o vas o no.

En este caso con sus jadeos, sus comentarios breves pero sensuales y el ligero movimiento de su pubis en mi boca ya deduje que estábamos en sintonía y así unos excitantes minutitos más tarde los jadeos, los movimientos y el cierre de sus muslos aprisionando mi cabeza entre ellos, indicaron que el orgasmo ya estaba allí para placer de ella y satisfacción mía por haberlo conseguido.

Cuando esto sucede se produce una ligera alteración muy positiva en el ambiente y todo empieza a fluir de diferente manera, con un mejor rollo, aunque éste ya se dio en el momento que nos vimos, pero cuando hay orgasmo todo se ve diferente.

Por supuesto que esto no dejaba de ser un muy buen aperitivo pero el resto de platos estaban por llegar y estos hicieron acto de presencia a continuación empezando por un excitante francés con engullidas hasta la campanilla y un apetecible 69 en el que ambos nos pusimos las botas.

Ya no era cuestión de parar y rápidamente enfundamos al amigo y seguimos con el servicio de los tres platos típicos; cowgirl, largo con diferentes cambios de ritmo y posición de su cuerpo en la que hubo amase de tetas, agarre de culo, bombeos rápidos y lentos, cabalgadas al paso, al trote y al galope y sensuales morreos que me pusieron a punto de explotar en más de una ocasión.

Luego pasamos al a4 y aquí de perfil viéndonos en el espejo lateral en esta posición tan de peli porno pude disfrutar observando cómo el amigo salía casi entero y entraba hasta el fondo de su cuerpo.

La alteración de la líbido estaba en su punto álgido por lo que decidí poner punto y final y pasar a mi pose preferida, en misionero.

Nos colocamos, miré la escultura que tenía frente a mí con su piernas abiertas y su sexo receptivo… “apunté” y para adentro… con una petición por su parte, que se lo hiciera despacito…

Así lo hice y empecé con un metesaca a ritmo diría casi de vals vienés. Ella puso sus dedos sobre su clítoris y empezó a masturbarse mientras me susurraba que estaba muy a gusto y que siguiera tal y como lo estaba haciendo.

Con esta situación, sintiendo el placer de su prieta vagina que envolvía con pasión al amigo  y observando su cara de placer me fui poniendo cada vez más burro.

De repente veo que alcanza el frasco de lubricante que tenía cerca, se unta los dedos y sigue sobre su clítoris ahora con algo más de ritmo. Yo aumento también el mío, pero me dice que por favor siguiera tal y como lo estaba haciendo porque estaba llegando…

Esta petición fue como echar gasolina al fuego y ante lo que se estaba cociendo, su inminente y nuevo orgasmo, bajé el ritmo y seguí con el metesaca igual que antes a ritmo de vals, y con este movimiento pausado pero súper excitante empecé a soltarme y a decirle que me iba a correr y me respondió con un “vamos juntos… ahora, métemela con fuerza…” así lo hice y sin remedio exploté en un corrida celestial al mismo tiempo que ella. Qué gustazo y qué sensación tan placentera.

Nos relajamos, nos quedamos tumbados sobre la cama y nos reímos por el placer conseguido.

Luego hablamos de los foros y de los comentarios a veces negativos que se vierten sobre algunas señoritas, a veces del todo injustificados. Le dije que estaba metido en ellos y que escribía las experiencias. Me preguntó qué escribiría de ella y le dije que cosas muy malas…

Con ese comentario y tras la risa cómplice empezamos con el protocolo de despedida después de haber “sufrido” una excitante hora de buen sexo con una nueva señorita… y van…

Qué suerte la mía!