Barcelona
Apartamento de la escort | 9 |
Duración | 80 minutos |
Precio | 150€ |
Pecho | Tuneado |
Fumadora | No lo sé |
Besos | Besa con lengua |
Francés | Sin hasta el final |
Griego | No lo sé |
En un típico día de calentamiento global, mi cuerpo también alcanzo el nivel hormonal por encima del cual el calentamiento es local, perversión pura, nada de amigas a las que cuidar, no quería compartir sexo y algo mas, solo quería sexo del que te deja anestesiado de cuerpo y mente por unas horas :) Revisando encontré el título tan emotivo de torosentado, un viva tan eurófico por Brasil solo podía provenir de un estado de estupida felicidad por dosis extra de placer, justo lo que yo buscaba :) Raudo llamé a Sabrina para ver si alcanzaba también ese envidiable estado de torosentado y tuve suerte al primer intento, ella estaba disponible y por teléfono me pareció dulce y amable. Las fotos mostraban una chica de curvas amplias pero de curvas eróticas, con las proporciones necesarias entre ellas para despertar mi líbido y decidí apostar. Viva Brasil.
Al cabo de media hora estaba enfrente de la puerta de Sabrina. Ella me respondió al teléfono, me indico el piso y subí por las escaleras. La puerta entreabierta me indico el camino sin mirar los números ni la planta, bién que no entre en piso equivocado, porque me esperaba un rubia dulce, suave, con voz de terciopelo, mirada de gustar y un maravilloso, sugerente, olor a mujer recién perfumada, viva Brasil. Sus besos me recibieron en la entrada, lo cual me gusta, porque ya has establecido un pacto con ella, el pacto establecido me gustó, prometía, pero con suavidad. Ella me dirijió al fondo a la derecha andando por un pasillo como cualquier otro, y otra grata sorpresa me esperaba al entrar en la habitación de Sabrina. Un sitio realmente agradable, amable, calido y fresco a la vez, ideal para el amor con una chica estupenda. Sabrina fué tan 'gostosa' que incluso me propuso varias iluminaciones, solucionando mis deseos con unas velas geniales que dieron la luz que a buen seguro ponen para fornicar en el cielo.
Con todo lo antecedente sucedió inevitablemente que el encuentro con Sabrina fue destilándose suavemente con pasión, complicidad, sensualidad y morbo. Sus besos en la cama acompañaron el acercamiento. En minutos sentí su boca caliente en mi miembro mientras entraba y salía de su boca, sus labios, mientras me miraba orgullosa de dominar mis sentidos. Tampoco tarde mucho en lanzarme a devorar su sexo, un sexo comedido y rosado que tardó poco en hincharse y mostrar sus humedades, a las que reaccioné aún con más excitación.
Pasaron más cosas que es aburrido de contar, al final lo importante no es la acción si no las sensaciones, que fueron fantásticas. Tuve la suerte de compartir un buen rato con una geisha de curvas potentes, entregada a complacer y dar placer.