Placer en madrid… con pibón sevillano
Total | Fecha | Ciudad | Belleza | Servicio | Media | Usuario | |
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1 | 11/2013 | Madrid |
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Manhattan |
2.780 veces |
Local Agencia o Club | 9 |
Duración | 60 minutos |
Precio | 190€ |
Pecho | Natural |
Fumadora | No lo sé |
Besos | Besa con lengua |
Francés | No lo sé |
Griego | No lo sé |
En mi trabajo no suelo viajar a menudo, sólo en tres o cuatro ocasiones al año y lo hago, normalmente con destino a la capital y en viajes de ida y vuelta en el mismo día.
Pero “ete aquí” que en ésta última ocasión tuve que hacerlo pero para estar 2 días en Madrid.
Este detalle me permitió contar con algunas horas “libres” por lo que decidí pasarme por las páginas de “girlsbcn” Madrid y ver qué había en ellas.
Es claro que la variedad y la abundacia de ofertas es similar a Barcelona y quería probar. Para ello era imprescindible que no tuviera que desplazarme muy lejos, pues el tiempo libre tampoco era tanto, de hecho contaba entre 2 y 2 horas y media.
Así que lo primero que hice fue anotar las chicas que por primer impacto me hubieran gustado y tuve la suerte que a la primera que llamé su apartamento no estaba muy lejos de dónde yo tenía el hotel.
Así que llamo a Sara que colabora con la Agencia “Amigas de Silvia”.
A la chica que me responde le explico que no dispongo de mucho tiempo y me dice que me llama en cinco minutos para ver si Sara podría atenderme en el horario por mi solicitado que era al cabo de 45 minutos desde la hora de la llamada.
Al poco me responde y me confirma que Sara estará disponible. Me indica la dirección y voy para allá raudo y veloz.
Cometo un error y me meto en la escalera de un número anterior al que me habían dado. Subo al piso indicado y allí, por suerte nadie contesta a la puerta. Llamó por teléfono a la agencia indicando la incidencia, y me vuelven a confirmar que el piso era el que yo estaba, pero allí nadie contestaba a mi llamada…???
Al fin deduzco la posibilidad de haberme equivocado de escalera y así fue… la finca era la siguiente a la que yo me había colado.
Ahora sí, ahora ya en la finca correcta, accedo al piso indicado y cuando llamo a la puerta ésta se abre y detrás de ella aparece, no la que yo creí que aparecería, la supuesta madame, sino que quién me abre la puerta es un pibón que subida en sus tacones se iba próxima a los 1,80 cm. Los mismos que tiene un servidor, con una belleza para tirar de espaldas y que yo tardé un poco en reaccionar ante tanta espectacularidad.
Efectivamente se trataba de Sara, veinte años de belleza y lozanía que tenía frente a mí sabiendo que al poco rato compartiría lecho y sexo con ella. Un cosquilleo recorría mi barriga. Nunca se acostumbra uno a ello cuando conoces a una chica por primera vez. Al menos a mí.
Después de unas risas por mi torpeza en equivocarme de finca empezamos una breve charla acompañada con un vaso de agua que le pedí después de su ofrecimiento a qué me apetecía tomar.
Yo, la verdad es que estaba embobado al mirar aquellos preciosos ojos claros, no recuerdo si azules o verdes, soy un mal detallista, me fijo en lo general pero no en el detalle. De ahí que no aceptaran mi solicitud de espía en la CIA por ser poco detallista…jejej…
Antes de pasar a la habitación nos cruzamos nuestros primeros morreos, besos con lengua pasionales y profundos en esos labios, por si algo le faltaba a la belleza de su cara, gruesos y sensuales.
Sara es un pibonazo que no sé como describir, lo mejor es que miréis el enlace adjunto para saber de qué estoy hablando…
http://www.girlsbcn.net/escort/gbsara57.html
Sus 20 años son una bendición de lozanía y juventud con curvas generosas de aterciopelada piel y cuando una chica alcanza la espectacularidad de su cuerpo con estas formas en su justa medida hacen que el resultado sea ese, una chica para deleitar y degustar.
Y eso es lo que hice, tras la ducha de rigor, empezamos el juego sobre la cama en la que Sara me esperaba ataviada en sugerente ropa interior de encaje de color negro y que ésta fue dejando paso a sus prominentes formas con unos pechos naturales recios y firmes que besé y acaricié para después peregrinar hacia su tesoro al que dejé al descubierto una vez sus braguitas quedaron “aparcadas” a un lado de la cama.
Qué placer saborear su sexo tan joven y por lo que noté, deseoso de que fuera “devorado” y es lo que hice con cariño y suavidad durante un buen rato acompañado con jadeos apasionados y movimientos pélvicos acompasados hasta que llegó el momento esperado de ver y sentir la llegada del orgasmo de Sara…
Después, cambio de tercio, con unas ganas enormes por mi parte de meterme en el interior de semejante pibón. Tantas eran mis ganas que pasamos directos del enfundado al cowgirl, quiero decir que en mi afán de introducirla no hubo tan siquiera una pequeña o gran sesión de francés…
Así, en posición cowgirl comienza una espectacular cabalgada por parte de ella viendo como sus pechos volaban al aire para mi gozo. Qué suerte tenemos de poder vivir semejantes situaciones…
Después pasamos a4 y aquí llega un nuevo placer, ver a Sara en esta posición con sus formas, al tiempo que notas como dentro de ella tu pene es abrazado por sus paredes internas suaves y lubricadas mientras éste se desliza en su interior. Es para seguir hasta el final, pero eso, cuando uno es monotiro te lo piensas ya que si acabas allí, te pierdes lo que para mi es lo mejor.
Y eso es lo que le pedí, que pasáramos a mi posición favorita para terminar y es la de misionero.
Preferida porque además de sentir el placer de estar dentro de ella es que puedes ver la belleza de su cara, sus pechos recios pero ladeados ligeramente a izquierda y derecha dejando un cuadro de lo más sexy mientras ves cómo entre medio de sus piernas abiertas te introduces en su interior. Y ya el tope del placer es que cuando te acercas al final puedes morrearte con ella, que es exactamente lo que hice, después de un buen rato en esta posición, acabar con gran placer al tiempo que nos besábamos como novios.
Nueva experiencia, en este caso a 620 km de los lugares habituales, pero igual de excitante que cualquiera de las vividas en Barcelona.
Estuvimos hablando un buen rato, y Sara mostró su interés en que le gustaría venir a trabajar una temporada a Barcelona. Qué decir que en mí tendría a uno de sus clientes fijos, porque la chica es para eso y más.
Por supuesto como buena sevillana, la simpatía está fuera de toda duda. Durante nuestra cita sus risas fueron constantes y aparte de eso su implicación en todo momento con ganas de agradar y que me sintiera bien fueron igual de naturales y sinceras.
Una gran chica que desde aquí recomiendo a quién se acerque a Madrid.