Iniciado por cipoton
Esta mañana, 7,50 horas. En Barcelona estaba lloviendo. Cojo el metro para ir a mi trabajo como cada día. Dos estaciones después, sube una chica morena, de 1,70 aprox. ojos verde-griisosos y unos veintipocos años. Vestida con unos piratas y una camiseta blanca de punto sin mangas, mojada, muy mojada, tanto que transparentaba todo aquello que la camiseta y los sujetadores debían ocultar. Se sienta frente a mí, con cara de avergonzada y tapándose como podía lo que no debería verse y en cambio se intuía. La miro a los ojos, y después a sus pezones oscuros que se dejaban ver a través de la ropa mojada. Ella pierde su cara de vergüenza y deja de ocultar sus encantos...me brinda con una sonrisa, tal vez algo picarona, aquello que en aquellos momentos me alegraba la vista y los sentidos...
Preciosa escena, ¿verdad?. Mi reacción no se hace esperar...me pongo rojo como un tomate, aparto mi vista de ella y la concentro profundamente en mi Vanguardia. No vuelvo a levantar la mirada hasta llegar a mi parada. En mis adentros pienso que soy un gilipollas y me pregunto porqué la naturaleza no me ha dotado de un poco de caradura y se le pasó la mano en dotarme de timídez...