Nazan, igual luego vuelvo sobre el tema para contestarte más ampliamente, pero por lo que yo conozco, no es verdad que sólo busquéis el desempeño del trabajo puro y duro, y permíteme que dude que lo hagáis incluso en un mecánico o en un dependiente del corte inglés.
Cuando yo voy a comprarme una camiseta, por supuesto que es suficiente con que la tengan en el precio talla y estilo que busco, pero si además la dependienta es un solete que me sonríe al darme los buenos días, me suelta algún halago sobre lo bien que me sienta, y me da buen rollo, me iré con un extra de buen trato de la tienda.
Piensa en un restaurante. A ver si te sobra con que la comida esté exquisita. Piensa en un banco, a ver si es suficiente con que gestionen tus finanzas conforme a lo establecido.
En todos los ámbitos de la vida, todos esperamos un poco más. Un detalle que "no está en carta" que nos haga sentirnos especiales, diferentes, preferentes.
Incluso a nosotras, cuando estamos con un cliente, nos halaga y nos hace sentirnos mejor que ese cliente recuerde algún detalle de una cita anterior o que le hayamos comentado por teléfono.
Y si realmente os importa un bledo que seamos cariñosas, versadas en literatura, cine o astronomía, que cuidemos nuestro aspecto más allá de lo necesario o que "preparemos" los encuentros con accesorios que hacen que una habitación que convierta durante unas horas en un espacio secreto e íntimo, os rogaría que prepararais un pliego de descargo en relación a la implicación que tanto pedís.
Si es suficiente con quedaros satisfechos físicamente con un coito, no se a que viene preguntar siempre si una escort se implica o no; nosotras nunca os preguntamos por vuestro signo del zodiaco porque no vamos a haceros una carta astral, vamos para haceros ver las estrellas...
Off topic te doy las gracias por plantear el tema. Si la gente decide intervenir (vosotros y nosotras), tiene buena pinta.
Buenos días.



LinkBack URL
About LinkBacks
Citar
na novela de trescientas cuartillas sobre la muerte. Un moribundo enfrenta su final con ánimo hedonista. El protagonista, que le niega a la muerte su destino trágico, dedica sus postreros días a repasar su vida, a reflexionar sobre el mundo y la existencia, a especular con la muerte, y ante todo, a hacer un juicio a todo lo visto y lo vivido.Por su extensión se ha venido publicando por entregas

