Tengo un amigo que le dijo a su mujer que iba a comprar tabaco. Al llegar al estanco lo encontró cerrado. Recordó que había un local de alterne cerca, en la calle Aribau, con una máquina expendedora de tabaco y decidió andar unas cuantas manzanas hasta llegar al citado local.
Aprovechando que estaba en el local-pub, se tomó una copita. A la copita le siguió otra y a la otra, otra..... y cuando despertó, a las cuatro de la madrugada, se dió cuenta que estaba en el apartamento de una rubia que se anunciaba en Gbcn.
Enseguida lanzó un grito:
- ¡Mi mujer me va a matar, rápido dáme talco!.
Mi amigo se puso talco en las manos y se marchó a casa. Cuando llegó a su casa, su mujer lo estaba esperando y toda furiosa le preguntó:
- ¿Dónde coño estabas?
- Bueno, fui a por tabaco, el estanco estaba cerrado, me fui a un pub de alterne, me tomé unas copitas, y lo último que recuerdo es que me acosté con una puta rubia.
- ¡Mentiroso!, a ver, enséñame tus manos.
El amigo, con evidente temor, se las enseñó.
Entonces su mujer, con cara de satisfacción, le gritó:
- ¡Te pillé! ¡Estuviste jugando en la bolera otra vez!