Me sucedió ayer y me quedé por una parte más caliente que el palo de un churrero y por otra de hielo. Me sonó el teléfono, no era ningún número memorizado en mi agenda, con lo que las nueve cifras no me revelavan nada y cuando descuelgo, era ella, una escort con la que a principios de año mantuve un encuentro.
Me preguntó que si me acordaba de ella, cosa que evidentemente recordaba, pues la experiencia fue bastante buena, pero no pasó de eso, del bastante buena. Me preguntó que si no tenía pensado ir a verla y os podéis imaginar que empezó a decirme que tenía un montón de ganas de mantener otro encuentro conmigo y toda una serie de adulaciones que evidentemente no siente pero debía decir como buen reclamo.
Me dejó muy descolocado, pues nunca me había sucedido y me estoy planteando seriamente volverla a ver, pues si bien la expe con ella fue bastante buena, quizá un segundo encuentro goce de algo de complicidad que en la primera vez es bastante más complicado.
A alguien le ha sucedido alguna vez esto o algo similar?
Voy a mantener el anonimato de ella a pesar de que no me consta que aparezca por aquí.