Leo tu blog, hago bicicleta, no soy guaperas (quizás interesante, como mucho), tengo lesión de rodilla, te he votado...
¿Quieres que te llame? Ya lo he hecho docenas de veces. ¿Quieres que quedemos? A punto estuve, pero no pudo ser y quedé esperando respuesta.
Niña ¿qué más quieres?
Bueno, ya veremos como sigue el relato...