Sí, sí, ya sé que te gustan mucho los gatos. Pues que sepas que por ti iría vestido de gato, mirando de medio lado o caminando recto. Bueno, por ti me vestiría de Winnie Pooh en pleno mes de agosto.
Estás preciosa, mi niña. El día menos pensado me salto mis principios (la barrera está muy, muy bajita, y me los salto con facilida) y voy a conocer a una señorita preciosa.
