Esta chica vale su peso en oro multiplicado por dos o tres. Suerte he tenido de pasar algunos de los momentos más placenteros en su compañía.
Esta chica vale su peso en oro multiplicado por dos o tres. Suerte he tenido de pasar algunos de los momentos más placenteros en su compañía.
¡Qué recuerdos! Toda una golfilla. Pero con qué clase. Y yo que creía que las pelirrojas eran...
Guevara (18/04/2013)