Buf que subidón lo que me escribes, Oliba. Despertarse tampoco está mal, sobre todo en unos brazos fornidos, ejem. Pero tienes razón, soñar es genial. Y recordar en sueños lo que bueno que vivimos más aun. AIns, cielo, que me pongo tontorrona, jajaja. Un beso para acompañar esos sueños