Buenas noches chicos guapos, quería desearos unas Felices Navidades a todos,que en estas fiestas la magia sea vuestro mejor traje, vuestra sonrisa el mejor regalo y vuestra felicidad mi mejor deseo....
Feliz Navidad a todos!!!!
Pronto, muy pronto os daremos Angela y yo una sorpresa.... espero que os guste tanto como a nosotras, tenemos mucha ilusión en que se cumpla....
Estaba en la ducha, la cascada de agua le caía por todo su cuerpo, desde su pecho hacía su sexo, tenía las piernas ligeramente abiertas para notar el agua como se iba deslizando entre sus labios para llegar a su clítoris que palpitaba ansioso.
Anhelaba un orgasmo, uno de esos que solo una misma puede proporcionarse por que conoce cada centímetro de su cuerpo y sabe como tocarse, con que intensidad, presión y ritmo.
Apoyó una de sus manos en la pared de la ducha, abrió más sus piernas y movió ligeramente su culo hasta notar como el agua esta vez se deslizaba desde su pelo que caía por toda su espalda hacia su culo y de ahí por sus sexo y por sus piernas.
Acercó sus dedos a su clítoris y empezó a estimularlo, subiendo y bajando lentamente, a veces lo pellizcaba dulcemente o tiraba de él suavemente para volver a subir y bajar sus dedos por sus labios, metía los dedos dentro de su vagina mientras iba notando como se iba humedeciendo cada vez más, empezó a jadear, ya notaba la excitación y el pálpito de su clítoris que iba en aumento, siguió incrementando la presión y el ritmo mientras se acariciaba ahora en círculos, su clítoris estaba cada vez más hinchado, sensible, mojado......
Vinieron a su mente recuerdos de la última vez que su amante la había poseído en aquella posición, de pie, en la ducha, la había penetrado hasta el fondo, mientras él con su mano la había acariciado su sexo, ella gemía de placer, él había sacado su polla muy lentamente, despacio, muy despacio, para volver a llenarla por completo, una y otra vez, notaba su aliento agitado en su oído, su respiración entrecortada mientras no paraba de follarla, la visión de sus cuerpos unidos con el agua cayéndoles a ambos hacía que fuera una imagen que no olvidaría fácilmente.
Seguía follándola, una y otra vez , cada vez más fuerte, apenas se despegaba de su cuerpo y volvía a introducírsela hasta el fondo, más y más rápido mientras con su otra mano no paraba de estimular su clítoris, más rápido, más fuerte, hasta que estalló en un intenso orgasmo.