En 1919, después de que la gripe española hiciera estragos en gran parte del mundo, la celebración del Carnaval de Río se llenó de tal desenfreno que todavía se conoce como quizá la mejor fiesta que ha visto la ciudad.

Los historiadores afirman que ese año dio lugar a muchas de las señas de identidad del Carnaval que continúan hoy en día, como el mayor bloco de Río, los disfraces y los ocasionales besos a desconocidos.



Por eso, las expectativas para el Carnaval de este año son altas, ya que se trata de una celebración de días de indulgencia antes de la observancia de la Cuaresma cristiana.

Al igual que en 1919, se esperaba que sirviera de válvula de presión tras las restricciones de la pandemia.

“No festejamos porque la vida es tranquila, porque la vida es buena”, dijo Luiz Antônio Simas, un historiador de Río que ha estudiado el Carnaval. “La fiesta es reparadora”.

Entonces llegó la variante ómicron.

En enero, el alcalde de Río pospuso hasta abril el desfile oficial de Carnaval, conocido por lo elaborado de los disfraces de los bailarines y las carrozas, y prohibió por completo los más de 450 blocos y sus desenfrenadas fiestas callejeras.

La mayoría de las ciudades tomaron medidas similares.

Pero una laguna en la política de Río —permitir las fiestas privadas de Carnaval, que ya se habían hecho más populares en los últimos años— dejó que florecieran las reuniones pagadas.

Aparecieron decenas de ellas, algunas de las cuales ofrecían elaboradas actuaciones musicales y vendían entradas por más de 100 dólares. Casi inmediatamente, muchos cariocas consideraron la política como hipócrita.

“¿Con qué argumentos morales detienes el carnaval callejero mientras se celebran otras reuniones y eventos?”, dijo Simas. “La prohibición no se basó en criterios de salud pública”.



“No hay nada más carioca que esta cultura de la calle, esta forma de entrelazarse, de juntarse con gente que conoces y que no conoces”, dijo. “No hemos podido hacer nada de eso hace dos años, así que ha sido un Carnaval memorable e increíble”.

Y añadió: “Algo que solo la calle puede te puede dar”.