Bueno, Lew!
Crepuscular y algo sórdido relato. No es lectura para alegrarle la tarde a nadie.
Bajemos un par de tragos cortos, para digerir la info.
Gracias.
Realmente hay noches en que descendemos de nuevo a los infiernos, donde nos reconocemos la parte más vil de nuestras almas. Y hace falta ese trago corto, de ron a ser posible, para recobrar el pulso.
Archer