por Alex García Vela
No, no y no...no quiero ser como ellos. Ya desde pequeño, mis carácter me llevaba a la insumisión continua contra el poder establecido. La chica que me gustaba, el grupito de los líderes, hasta el tonto de la clase se alineaba con el equipo rival.
Por un beso de "la Marga" no traicionaré mis sentimientos, para que no me hagan el vacío no voy a seguirles las bromas para con mi Espanyol y menos al tonto del grupo, véase el líder de la manada. No, lo tengo claro. No quiero ser como ellos.
En la retina de mi corazón aún tengo la sensación indescriptible de pisar el césped de Sarrià vistiendo mi equipación del Espanyol pañal y recorrerme balón pegado al pie desde la portería de Piscinas y Deportes, hasta la del gol norte. Recuerdo volver exhausto, perforar la portería y enzarzarme entre las redes mirando al cielo más blanquiazul y respirando lo más parecido al paraiso.
Esa era mi casa y allí me casé para toda la vida con el Espanyol. Yo quería ser uno de ellos, me daba igual...cualquiera valía. Ser técnico como Solsona, guerrero incansable como Fernández Amado, sobrío y noble como Verdugo, tenaz y contundente como Molinos, goleador como Marañón...cualquiera valía...Yo quería ser como ellos.Sentir la blanquiazul, que su tejido se pegara a mi piel con el sudor de mi esfuerzo y entrega por el color blanco y el azul.Ver la gente celebrar un gol mío subida a la verde valla cuadriculada...
Ni Cruyffs, ni Neskens ni tarzanes...lo tenía claro...parafraseando a Albert Pla...Papa jo vull ser...PERICO.
Pasó el tiempo y la vida me regaló la oportunidad de jugar con los alevines y el infantil de MI ESPANYOL.
Y con ella, poder volver a pisar Sarrià en la presentación de todos los equipos del fútbol base, poder cambiarme en los vestuarios del primer equipo, salir por el túnel y estrechar la mano de mi Presidente Don Manuel Meler.
Esa noche no dormí, ni la siguiente...Como la de mi debut...estaba más nervioso que si" la Marga" me hubiera dejado entre las hojas de mi libro de mates un nota con un "me gustas"...
Recuerdo que cuando el míster me lanzó la camiseta con el 9, la cogí al vuelo y allí me entregaron lo más valioso que he tenido junto a mis hijos en mis manos... lo primero que hice fue rozar con la yema de mis dedos el grueso escudo de nuestro amado club y jurarle implícitamente amor eterno.
Daría algún año de mi vida por recuperar imágenes de aquellos momentos, de mis primeros goles en blanquiazul....Dios, si existes..cuando me lleves contigo, hazme un remember de esos momentos...entonces alcanzaré la felicidad eterna.
Lesiones de menisco y ligamentos me apartaron del fútbol, pero no de mi amor incondicional a estos colores.
Me hice mayor y alguna mini- trifulca en el Gol Sur con aficionados rivales, mis sacos de confetti, mis páginas amarillas despedazadas a tiras (y las del vecino del entresuelo, 1º y 2º piso..) se hicieron conocidas en el estadio de la carretera de Sarrià.
Este sentimiento no me da Champions, ni títulos año tras otro, pero no existe dinero en el mundo que pudiera comprar ni tan sólo una duda de lo que yo siento por mo ESPANYOL.
Por eso, porque naciste siendo humilde, diferente, luchador, porque te mueves siempre a contracorriente, porque te mueve el sentimiento puro y duro, porque te quiero por como eres no por lo que puedes ser.
Para mi, ser del ESPANYOL ya es ganar una Champions League cada día. Y se la gano a ellos, a los del pensamiento único. Ellos no lo saben pero yo si.
Gracias Espanyol, gracias porque YO, ayer, hoy, mañana y siempre, NO QUIERO SER COMO ELLOS.
Culé, te miro y sonrío...jamás podrás sentir lo que yo siento. Eso vale más que cualquier metal. Miro en mi interior y tengo una sala de trofeos personales llenas de recuerdos en blanquiazul.
Jo t'estimo ESPANYOL.