Compañero leif, sabes que soy culé y sin embargo simpatizante del Espanyol y si algo me jode el corazón y me revuleve las entrañas fué la Clementada en Leverkusen.
No solo dejo a Lauridsen en el banquillo sino que quitó a Golobart y Orejuela que estaban aguantando las oleadas alemanas y acabó por hundir al equipo.
Lo dicho es una espina clavada en el trozo de corazón perico que tengo.