Iniciado por paula barcelona
Ciertamente el marketing lo invade todo. No es nada nuevo.
Desde la tristeza de un padre enfermo al que operar, hasta robos o violaciones imaginarios, en los casos más extremos del apartado más cutre de este mundillo, que no es patrimonio del consabido escort-cliente, si no que se puede dar también en las relaciones "normales".
La parte más delicada, con la que algunas profesionales no jugamos nunca, es con el tema sentimientos.
Sentir, sentimos. A bajos niveles, claro. Porque es lo que necesitamos creernos cada día para poder hacer este trabajo.
Se puede trabajar como profesional del sexo estando enamorada? Por compañeras sé que es muy difícil. Éste es un trabajo especial, qué duda cabe. Se compra y se vende: tiempo, ilusión, risas y sonrisas, caricias, besos, carantoñas, mimos, se mesa el pelo, se comparten manos, miradas, complicidad, se goza, se disfruta, las pieles se rozan, se erizan, se funden una con otra, se comparten gemidos, susurros...
No. No es un trabajo al uso.
Y sin embargo, tras esos momentos especiales, que algunas personas, sólo comparten con su pareja, todo debe si no olvidarse, sí archivarse de alguna manera.
Lo recuerdas, pero lo justo. Por qué? Porque para el usuario ha sido una experiencia más, o así debería ser, y para nosotras...para nosotras también, o así debería ser.
Ni podemos ni debemos inmiscuirnos en la vida de nuestros compañeros de juego.
Jugar al mkt emocional en esta profesión, es a corto plazo bueno, económicamente hablando.
A corto plazo.
Y lo digo, y lo repito, porque lo he visto de cerca. No una vez, ni dos.
El desarrollo del juego lo iremos viendo, los aperitivos se han servido, en breve la cena...
Uno de los párrafos del link que nos ha adjuntado Trave dice:
Hablar hoy en día de marketing relacional es, además de habitual, casi obligado en cualquier medio de comunicación que trate sobre estrategias exitosas de comercialización de productos. Nadie niega que para conseguir clientes rentables y duraderos es necesario establecer y cultivar una relación duradera con el cliente basada en la confianza y el diálogo. Sin embargo, pocas empresas lo demuestran efectivamente (con hechos, no sólo palabras) por medio de una clara orientación a superar las expectativas del cliente. Para la mayoría de éllas, parece como si la mera satisfacción del cliente fuera la meta de su estrategia de marketing. Como si eso, hoy en día, fuera garantía de algo...
El servicio que ofrecemos nosotras es el producto.
Pero nosotras no podemos ser nunca ese "producto", porque de lo contrario, como muchos de ellos, nos convertiremos en "producto perecedero", y nos adjuntarán una fecha de caducidad.
Está claro que cada una de nosotras debe buscar, y busca, su sitio.
Su propia manera de trabajar. Su estilo. Su sello. Y debería hacerse conforme a lo que tú eres capaz de dar y de cómo vas a poder ofrecerlo.
Lo repito: "cada una". Los consejos están geniales, la información es absolutamente necesaria. La seguridad te la da el tiempo, pero hay que estar segura. Y eso, nadie puede hacerlo por tí. Sólo tú misma. "Cada una".
Petonetsssss