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Nunca me quedo aquí esperando una respuesta. Pero la excepción ha sido muy grata.
No me des las gracias, nunca las des cuando lo que uno hace es puro placer.
Me tomo la libertad de enviarte un beso.
Sí, soy cursi, Perla ¿pero a que gusta? Es por ti.
Suerte de nuevo.
Os voy a contar mi historia. Seguramente no es muy interesante pero creo que cabe en este hilo que habéis resucitado.
Yo me enamoré, perdidamente, de una escort.
Fue hace… muchos años. A fines del 92, concretamente… en otoño. Y en Berlín. Acudí con un grupo de empresarios y funcionarios de Barcelona, invitados a la inauguración de una planta, en Spandau, de un grupo que pretendía entrar con fuerza en el mercado español. Recuerdo que ese día murió Billy Brandt. Y a los interminables discursos en Alemán se añadían interminables loanzas del personaje… y todo ello en un anfiteatro al aire libre con bufandas hasta las orejas y carámbanos en las narices. Vamos, la situación ideal para estimular nuestra libido…
Pero sucedió. Se estimuló, y de que manera.
Ella formaba parte del grupo de azafatas puesto a nuestra disposición para acompañarnos como traductoras. Se llamaba, bueno P.W. Era hija de español, Valenciano por más datos, y Alemana. Morena, morenísima, ojos de gata, ojos claros de miel… Esbelta, delicada, un cuerpo bellísimo para amar. Y de hecho, la amaban muchos, porque Berlín era, y es, una ciudad pobre, con pocas oportunidades, pero mucho curioso de paso, y para P.W. el escorting era un complemento que le permitía vivir y divertirse mientras seguía estudiando Geografía y Economía…
Y el curioso de paso, o sea yo, se enamoró de ella después de aquellos 3 primeros días… sin sexo. Luego llegó el puente de la Purísima-Constitución y, el curioso se fue a Berlín de nuevo y…. se enamoró más… con sexo… contratando siempre sus servicios, a diario, pagando religiosamente (perdonad el término, es que no se me ocurre otro) en un sobre sin cerrar al comienzo de cada cita… un sobre blanco con su nombre. Conseguí que mi empresa me destacase en Alemania durante un largo período para seguir varios proyectos en marcha. Mi empresa hizo bien, porque los proyectos cristalizaron. Yo, mientras, me instalé en su casa, su miniapartamento de Sybillenstrasse, en Charlottenburg, cerca de la Alte Sinagoga, del Kempinsky (donde me alojaba “oficialmente”) y de la Ku-Damm.
Acababa de caer el muro, todavía vendían trocitos en todos los rincones y el ejército ruso montaba cerca de la puerta de Brandemburgo, sus patéticos tenderetes con gorras espectaculares ,visores nocturnos cancerígenos e iconos más falsos que los dioses que representan. Berlin hervía, y yo hervía con ella en Berlin, Y, cuando necesitaba más dinero, o cuando yo debía irme de viaje algunos días, P.W. seguía escorteando. Un día incluso me invitó a ir a un Club que frecuentaba, el Bel-Ami, cerca del Estadio Olímpico, para , si tenía suerte, la contratase allí o, si llegaba tarde,… la viese. Llegué tarde, no la contraté, pero la ví haciendo el amor furiosamente con un americano en las tumbonas de la piscina mientras yo me contentaba con una rusa. Y nada de esto me importaba. Yo la quería, ella me decía que me quería, Ich liebe dich. También frecuentábamos un local de intercambio, el Insomnia, pero no intercambiábamos, nos exhibíamos… Eran noches de locura con sus amigos, de drogas que creo no probé pero noté en todos, de frecuentar personajes increíbles…
Luego nació Deutsche British Airways, la primera compañía “alemana” autorizada a volar a y desde Berlín.Y la contrataron como azafata. Viajamos a Venecia para celebrarlo, eran carnavales. Nos disfrazamos, hacíamos el amor en cualquier lado, en un puente, en un palco de la Fenice… Nos despedimos en el aeropuerto. Yo tenía que volver a Barcelona durante un par de semanas. Nunca supe nada más de ella. Anuló su teléfono, su localizador (no había móviles), abandonó el piso, me envió por B.A. mis cosas…
Aquel día en el aeropuerto de Linate, tras el control de pasaportes, noté que sus ojos parecían extraños, vidriados.
Seguí amándola mucho tiempo, buscándola en los aeropuertos, en los hoteles que averigüé frecuentaba la compañía… casi enloquecí. Creí y juré que nunca me volvería a pasar.
Oliba (ave nocturna y basta, las aves no saben jurar)
Las utopías son solamente caminos por andar, si nadie hubiera creído en ellas hoy no habría un presidente electo de color en los USA, hoy la mujer continuaría sin voto, hoy en España seguiríamos teniendo un régimen dictatorial, hoy...Cita:
Iniciado por Perla
La lucha que han iniciado algunas escorts, no citaré nombres para no dejarme a ninguna en el tintero, yendo a programas de radio y televisión, creando sus blogs en los que inician su presentación: "Soy .... y soy puta/prostituta/escort...", etc... son los primeros pasos hacia una normalidad que tardará más o menos en llegar, pero que no tiene freno posible.
- Yo no sufro de locura... la disfruto a cada minuto.
Un abrazo oliba, espero que este superado.Cita:
Iniciado por oliba
Cita:
Iniciado por pingarron
Sí, Pingarrón. Lo superé, pero no aprendí nada. No cumplí, en absoluto, mi juramento.
Este Invierno amenaza con ser largo, muy largo, y frío, muy frío. No sabes cuanto ansío que acabe... y empezó sólo hace pocos días.
Otro abrazo
Oliba (ave nocturna descuidada, no se preparó para el invierno)
Pero Perla (por cierto me encanta dirigirme a ti, jijijiji), lo cierto es que vivimos en una sociedad llena de tópicos. Cuando un día lloras, te tachan de demasiado sentimental, demasiado inestable. Cuando resulta que eres algo más dura, algo más directa, pues eres una persona con carencia de sentimientos. Y cuando un día has sido puta, pues lo eres toda la vida, te quitan el resto de las virtudes y dejan en relieve solo esa parte.Cita:
Iniciado por summum
Lo mismo pasa con ellos, que si van con escorts, son malos hombres, nunca tendrán una relación estable.
Esto es así, vivimos permanentemente a la expectación de lo que haga el vecino. Necesitamos saber que el/ella es menos que nosotros.
Sinceramente, yo tengo muy claro cuales son mis defectos, y mis pocas virtudes. Sé hasta donde puedo llegar y qué debo hacer para ello.
Cuesta? madre mía si cuesta..... pero se ha de intentar.
Quienes aceptan esa faceta más oscura mía, pues solo son personas que realmente tienen una paciencia de un santo. Si fuese escort, en el pasado o presente, seguramente lo diría a la primera ocasión si la persona me interesa, porque así no me hace perder el tiempo. En contrapartida, siempre aconsejo a mis amigas a no decirlo, porque como una mujer mayor me decía, nunca se ha de decir todo de una a un hombre, siempre hay que guardarse algo, porque si las cosas fallan, puede utilizarlo en tu contra.
No había participado en este hilo. Si lo hubiera hecho hace unos días, tal vez lo habría hecho en el sentido contrario al que ahora haré. Defiendo la sinceridad total en las relaciones de pareja y considero que cuando hay amor debe haber comprensión. Desde este planteamiento, que es el mío, defendería que nunca se debe ocultar nada sobre tu vida que si la otra persona puede llegar a descubrir haría que se sintiera engañado. Pero, siempre hay peros y las circunstancias cambian y cuando ves ciertas situaciones, acabas pensando que a la mierda tu pensamiento idealista y viva el pragmatismo. O sea que hoy mi respuesta es totalmente la contraria: OCULTADLO, ni se os ocurra entregar vuestras ilusiones a una persona que sepa que habéis sido. Las circunstancias cambian y el que vuestra pareja lo sepa, puede volverse en contra vuestra.Cita:
Iniciado por travesura_bella
Os explico que es lo que me ha hecho cambiar mi pensamiento. Digamos que una "conocida mía" que no amiga, vino a Barcelona de un país del sur. Vino con permiso de estudiante ahora hará unos nueve años. Como no procedía del primer mundo, quizá tampoco del segundo, el coste de sobrevivir aquí y poderse pagar sus ansiados estudios, la hizo decidir buscar soluciones económicas haciéndose escort ya que un trabajo a jornada completa le habría impedido completar su formación. Llegó a conocer clientes de buena posición social y con algunos llegó a tener una relación de "algo más". Es una de las chicas más bellas, dulces e inteligentes que conozco y en su inteligencia, tuvo siempre claro que nunca acabaría manteniendo una relación sentimental con un cliente. Así lo hizo y eso que a más de uno debió enamorar ya que gracias a un cliente, cuando acabó sus estudios encontró un buen trabajo (de eso bien pagados y para toda la vida); a través de otro, le alquilaron un piso a buen precio y sin exigir demasiados requisitos.
Hasta aquí diría yo que todo muy correcto y muy acorde a la gran inteligencia de esa chica pero... el amor. El amor le ha hecho al cabo de cuatro años una mala pasada. Se enamoró del hermano de una compañera. El hombre más comprensivo del mundo, siendo hermano de una escort como no iba a serlo. Dulce, respetuoso, cariñoso y además alguien que no podría echarle en cara lo que había sido ya que su hermana era del oficio. Gracias a ella él encontró trabajo en la misma empresa (nuevamente, de esos fijos y para toda la vida), ganaba bastante menos que ella porque no tenía su cualificación. Han sido años buenos y él con esas insaciables ganas de comerse el mundo que tienen los jóvenes que vienen de países pobres y empiezan a ver dinero, empezó a enviar dinero a sus padres para que les compraran fincas, ganado, casas... en su tierra, que no es la de ella. Tal era su afán de convertirse en un gran hacendado en su país, que una vez enviados todo lo que ambos ahorraban, inició esa carrera imparable de tomar dinero en préstamo. Primero en Bancos con la tranquilidad de dos Nóminas fijas. Después en financieras... Quien haya iniciado en su vida esa rueda imparable ya sabe el final, quien no, sencillamente que piense que pasa cuando has de pagar 4.000€ al mes y cobras 3.000.
La situación se hace acuciante, empiezan los impagos, los problemas para comprar comida, las dificultades para sobrevivir. Y el marido, cariñoso, dulce, comprensivo, ve que la solución es muy sencilla, sumamente sencilla. Total... ella vuelve al oficio un tiempecillo, muy poco solo hasta que se resuelvan los problemas económicos... que el entenderá que se prostituya porque es una necesidad familiar y que nunca se lo reprochará y después cuando todo vuelva a la normalidad, paz y gloria como si nada hubiera pasado.
Afortunadamente esa chica es inteligente y ha tomado, en mi opinión, la mejor opción, mandar a la mierda a su marido, dulce, cariñoso y comprensivo.
Sus palabras cuando me lo explicaba me arrancaron una carcajada: Si he de volver a ganarme la vida chupando pollas no será para comprar otra finca en ..., será para vivir yo mejor.