La experiencia de la ex-escort y el Corte Inglés.
La historia del Corte Inglés y la ex-escort viene de lejos (Busco información sobre una chica!! ) me pasó hace un par de años. Sería el mes de Noviembre del 2010, basicamente el Corte Inglés acababa de abrir sus puertas y me decidí a darme una vuelta con intención de comprar algo. Curioseando por la sección de informática y electrónica, me encontré con una cara conocida. Rápidamente recordé donde la había visto y me vinieron a la mente gratos recuerdos: simpática, habladora, etc...La había conocido en el verano de 2008 en Alina donde se hacía llamar Noelia y volvimos a coincidir en Casa Bibian un año después esta vez bajo el nombre de Judith. Buenas tetas, buen culo donde agarrarse, buenos movimientos en el catre y simpatía ¿Qué se podía pedir más?
Durante unos minutos estuve observandola decidendo si debía acercarme a saludar o a hacerme el encontradizo. Estaba sola, no habia ni rastro de maromos, ni novios ni amigos así que me decidí a acercarme sabiendo perfectamente que si veía en ella algún signo de incomodidad o reparo yo desaparecería rápidamente para no importunar. Debo admitir que me sorprendió porque al verme no solo recordó mi nombre con una sonrisa, si no que se acercó amistosamente a darme dos besos ya a preguntarme que tal me iban las cosas. Estuvimos hablando un buen rato de nuestras cosas, hasta que me ofrecí a invitarla a un café en el restaurante del Corte Inglés, ella aceptó y nos fuimos para arriba.
Desde la privilegiada vista del restaurante ella dio cuenta de su café y de una tarta de manzana, mientras yo removía distraído por su belleza el cortado. Me contó que después de su periplo por casa Bibian volvió con la bolsa llena y la intención de dejar el negocio a Barcelona con su novio, pero rapidamente los ahorros empezaron a menguar y los trabajos no le duraban. Por lo que se desprendía de lo que me contaba, su novio debía ser el típico inútil que no sabe hacer nada aparte de parasitar a las mujeres. cuando le pregunté porque no se alejaba de semejante elemento, me soltó la habitual sarta de excusas sentimentaloides y topicazos: "Pero es que yo le quiero, el amor es ciego, pasamos por una mala racha y bla, bla....", la basura emocional habitual.
No sé como se introdujo el tema en nuestra conversación, pero al final acabamos hablando de una hipotética vuelta de ella al negocio, entonces le dije medio en broma medio en serio, que si ella volvía yo sería uno de sus mejores clientes y mientras yo reía ella se puso seria de repente y planteó timidamente el tema de que yo pudiera ayudarla economicamente. Yo decidí apostar al resto y tirarme a la piscina, y le propuse el plan. Ella se lo pensó un rato, miró a su alrededor y mientras mi pulso me martilleaba las sienes, aceptó y pactamos precio y condiciones.
Bajamos un par de pisos y buscamos una planta que estuviera poco concurrida, no fue dificil: era mediodía de un día laborable, y nos metimos en el baño que ofrecía más garantías de estar desierto: el de minúsvalidos. En el baño le pagué lo estipulado y nos encerramos en el diminuto espacio del water. Sentado en el habitáculo, me recompensó con una mamada profunda y salivada, mientras mi mano se perdía en el espacio entre el sujetador y el pecho. Ella decidió "anar per feina" y empezó a acelerar el ritmo de la mamada hasta que no pude aguantar más y exploté soltando lo que tenía dentro. Una verdadera lástima que ninguno de los dos llevara condones encima, pero para ser un plan totalmente improvisado creo que la situación me salió redonda.
Mientras ella se limpiaba la cara y yo terminaba de lavarme las manos, ella se mostró bastante menos habladora y simpática. Supongo que a nadie le gusta recordar "viejos tiempos". Se metió en el ascensor y desapareció casi sin despedirse, yo subí un piso más me dediqué a perder el resto de la mañana probandome zapatillas deportivas. Luego me maldecí a mí mismo por no haberle pedido un teléfono o algún mail....
