-
La experiencia perfecta
Puede que, hace poco, muy poco, haya pasado un fin de semana con una deliciosa criatura que ha comprendido que, en tanto estaba conmigo, su misión en la tierra era hacerme feliz. Por encima de todo.
Y vaya si lo ha conseguido. Es buena cumpliendo misiones casi imposibles, infinitamente buena diría yo. Mejor que Tom Cruise. Y mucho más guapa
Puede que, después de esos deliciosos días teñidos de piel suave y de la luz que sólo en otoño brilla de esta manera, piense que he vivido unos días simplemente perfectos. Que es lo que buscaba.
Puede y es. Y ha sido. Ni la primera vez ni la última, espero.
Todos habréis vivido alguna, o algunas experiencias que tildaríais de perfecta. Quizás la reviváis ahora con la perspectiva del tiempo pasado. Quizás fuera ayer. Con chicas en activo o ya desaparecidas de nuestra ficción. Cabe que hablaseis de esos momentos, o no, que en aquel momento no quisierais, o no conveniera hacerlo. Y, porque no, porque limitarse a una si dudáis entre varias.
¿Contamos lo mejor que hemos vivido en este mundo?
-
Como dice Kevin Johansen, si la vida es una orgía lenta, lo mejor debe estar por llegar
-
La experiencia perfecta yo no la he vivido aun.
Yo pienso que la perfecta, será la de mañana
Respecto a alguna muy buena ........ si tengo varias, pero me niego a decir tampoco que sea la mejor.
Otro rato escribo ehh
-
La perfeccion no existe.
Solo es una excusa para poder mejorar.
-
Estáis un poco pillados por la sosez todos, ¿no?
-
Si me permitís os contaré, no la experiencia perfecta porque estoy un poco con Leif y otro poco con Iñaky, pero experiencias sorprendentes por algún detalle.
Mi experiencia con Katty Cat fué intensa, en como me fué enredando, en sus cuentos cual Sherezade....no estoy hablando de la mejor mamada, ni el mejor polvo....simplemente fueron cuentos sobre su propia vida (o eso quiero creer yo) y el estado en que me puso....la experiencia está editada y aún recuerdo sus palabras totalmente sencillas, sus susurros en algunos casos, su tono de voz entre suave y hipnotizante....en fin....tremenda experiencia...aunque no perfecta ....
Otra fué en Madrid en un piso de Rusas con una belleza descomunal que me llevo al quinto cielo, en todo lo que me hizo y lo que se dejo hacer...otra que recuerdo por estar fuera de mi ecosistema y por la sorpresa de que esperaba una rusa standard y me apareció un tigre de Siberia....
Y vale,...... que me estoy poniendo nervioso y me voy a poner otra vez el avatar con los pantalones bajados....
-
Yo comente algo, pero se ve que ultimamante mi ordenador gasta tinta invisible.
Misterios de la tecnica.
-
Hace unos meses, pasé una hora perfecta con Carol Diamante. La única manera de mejorar la experiencia sería hacerla más larga, y esto califico con un puede ser. Con una hora salí tremendamente feliz. No sé por qué fue tan buena y agradable, estabamos en la misma onda, supongo. Cosa de suerte.
-
Coincido bastante con los comentarios que ya se han dicho, no se puede ser examinador que busca un 10 en cada uno de los párrafos en donde cada palabra tiene una connotación, no existe el sinónimo perfecto. Ni una relación médico-paciente perfecta, en donde una segunda opinión puede realmente dar un giro a tus dolencias.
Mi primera experiencia fue con Ariadna Cid. ¿Fue perfecta? No. Pero para mí fueron unos de los 70 min. más intensos que he tenido en mi vida. Algunos comentarios me crearon dudas, pero cuando pregunto por mí en la puerta de los apartamentos por horas, todo se disipó. Es muy guapa de cara e irradia mucho carisma. Eso sí, ella supo canalizar toda mi tensión. Para mí fue como el plato que rompen dos adolescentes en una noche plagada de confusión de un rincón de Baleares.
Mereció la pena totalmente y de hecho el encuentro solo fue de poco más de una hora ya que ella tenía un compromiso. La entrada que cuesta más cara es la del teatro en cuyo escenario estás interpretando un papel que no te corresponde, pese a que tú sabes que no eres más, pero tampoco menos que nadie.
-
Tienes habilidad para sacar temás que nos hagan pensar un poco, Oliba.
En mi caso, las experiencias a las que calificaría como parecidas a perfectas son aquellas en que la escort se implica tanto que me hace olvidar que, al fin y al cabo, se trata de un intercambio de sexo por dinero. Es la sensación de que en ese momento yo soy único para ella y no hay nadie más, y durante una hora (o el tiempo contratado) olvido mis pequeños problemas para relajarme con su compañia.
Saludos, Oliba, y felices fiestas.