Iniciado por Carlos Mandoni
Con la venia, me permito introducir un matiz. Tal y como yo lo veo, la seducción, más que un mecanismo de comunicación, es una habilidad comunicativa. Hay quien la tiene y hay quien no. O, mejor dicho, hay quien la tiene en mayor medida y hay quien la tiene en menor medida.
Y mi experiencia indica que quien es hábil con la seducción, la practica (o la intenta practicar) siempre. Da igual de lo que se trate. Se seduce en una reunión de empresa, se seduce cuando se le pide consejo al somelier, se seduce hasta cuando se le pide una barra de pan a un panadero. Hasta es casi involuntario: sale de dentro incluso sin pretenderlo. Y no creo que sea malévolo ni dañino. Sí puede ser interesado, claro está, pero todos jugamos nuestras cartas lo mejor que podemos, ¿no?
Así que respondiendo al post inicial, da igual que haya dinero de por medio. El seductor, el que practica habitualmente estas habilidades, lo intentará porque forma parte de su manera normal de actuar. Quien no es tan hábil en ello probablemente lo intentará, como lo intenta también con el frutero para que le dé manzanas maduras. Otra cosa es que lo consiga...